Desde que te vi

1: La caída

Creo que este debería ser el comienzo de esta historia...

Me llamo April Brooks y desde hace mucho tiempo quería contar esto, pero no sabía cómo, creo que aún no estaba lista para hacerlo, yo sé que muchos pensaran que soy como la típica chica introvertida e inocente de siempre, la cual solo lee libros de romance sola en su habitación, de las que nunca se había enamorado o solo lo había hecho una vez, de pocas amigas e insegura, pero no es así, para nada... en realidad era todo lo contrario, desde pequeña era muy extrovertida, muy segura de mi misma, siempre tenía muchas amigas, era valiente y decidida, en lo de leer libros románticos tal vez se podría decir que sí es cierto, literalmente estaba enamorada del amor y en lo único que soñaba era en poder estar con la persona perfecta y tener una relación como en los libros, pero a la vez la idea me aterraba.

Todo mi vida parecía perfecta a la vista de los demás... pero no era así, no era feliz.

Vivía con mis padres en una hermosa y lujosa casa, tenía todo lo que cualquier chica querría, pero yo no, esas cosas no me hacían sentir afortunada ni satisfecha, todas esas cosas materiales no compensaban todo lo que pasaba tras las puertas de aquella hermosa casa. Mis padres discutían todos los días, su amor se había desvanecido desde ya hacía mucho tiempo, tal vez no me prestaban la atención que debían, pero tuve que aprender a vivir con eso, los gritos y quejas se volvieron parte de mi vida diaria, literalmente tenía una sonrisa perfecta por fuera pero me desmoronaba por dentro cada segundo que pasaba.

Ya había pasado casi dieciséis años con la misma rutina, hasta que por razones que aún no tengo una explicación precisa, de repente, un día como cualquiera decidí aislarme del mundo, no quise hablar con mis padres por meses, los únicos que me hacían compañía era mi gran colección de libros, solo ellos me permitían salir de mi triste realidad y poder estar donde quisiera, no quería seguir viviendo en una mentira, sé que tal vez eso no era muy valiente de mi parte, pero ya estaba cansada, creo que todos esos meses estando en las mismas cuatro paredes me volvieron más frágil y débil, me hacían añorar cada vez mas y mas tener una vida normal como cualquier otra adolescente. Un día mi pesadilla terminó, o al menos una parte de ella.

Mis padres se divorciaron.

No me dolió ni un poco cuando me lo dijeron, en realidad sentí un poco de alivio, trate de buscar mi voz después de tanto tiempo sin usarla y les dije que estaba bien, me preguntaron con quién quería vivir y pues para ser honesta con ninguno de los dos, pero aún era menor de edad, así que decidí mudarme con mi madre.

En unos cuantos meses mi vida cambió por completo, me mudé de país, de casa, de instituto, ¡todo! Todo mi mundo estaba patas arriba, pero hasta que un día mientras iba caminando por mi nuevo vecindario pensando en un millón de cosas, tropecé y casi caigo al suelo y digo "casi" porque antes de que le diera un hermoso beso al piso, sentí como alguien me tomó entre sus brazos evitando que cayera al suelo, al levantar la mirada, me quede sorprendida al ver el rostro que tenía enfrente. Unos hermosos ojos oscuros me dejaron hipnotizada por un segundo, detallé cada una de sus finas facciones sin ningún disimulo, la intensidad de su mirada aumentaba su atractivo y cada una de las pequeñas manchas que se extendían por sus mejillas le daban un toque más delicado y único en contraste con su piel clara, tenía un cabello negro
casi a la par del color de sus ojos que hacía que me pareciera aún más atrayente, aquel chico era mucho más alto que yo, era delgado pero se notaba que pasaba unas cuantas horas en el gimnasio, pero aparte de todo eso tenía algo que hizo que dejará de respirar sin siquiera darme cuenta, el mundo a mí al rededor de torno negro y solo podía pensar en que aquel chico de ojos oscuros que tenía a menos de diez centímetros de mi rostro, nos quedamos inmóviles y mirándonos el uno al otro por unos segundo, hasta que me preguntó:

-¿Estás bien?- se notaba un pequeño tono de preocupación en su voz.

Al escuchar su voz, me puse más nerviosa de lo que alguna vez había estado en mi vida y lo único que hice fue recobrar mi cordura rápidamente para luego caminar lo más rápido posible en dirección contraria sin decir una palabra y con la respiración irregular mientras sentía como el rubor subía hasta mis mejillas...

Dios mío ¿Qué diablos acababa de pasar?

Y aquí es donde verdaderamente comienza esta historia.

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Hola mis amores!!! Aquí les dejo el primer capítulo de nuestra nueva historia

Al fin tengo el placer de presentarles a April!! De verdad espero que les guste esta nueva historia, ya que es algo distinta a la trama de A través de tus besos pero aún así les estoy poniendo todo mi esfuerzo y amor

Los quiero mucho ❤️❤️

Besossss❤️
Alana