Take me to church. [OS. Larry Stylinson].

Capitulo único.

Harry:

9:30 a.m. ''Necesito verte, ¿puedes ahora?''

9:37 a.m. ''Estamos igual, y no preguntes eso, a cualquier hora y en cualquier momento, estaré ahí para ti, pase lo que pase... Te veo en 10''.

'We were born sick,' you heard them say it...

Me vestí lo más rápido que pude, me puse un suéter con capucha y cuando mi madre me pregunto a donde iba, di una barata excusa y salí de casa como alma que lleva el diablo.

Necesitaba verlo...Urgentemente.

Corrí hasta un lago que quedaba algo lejos, el lugar estaba un poco apartado y escondido entre árboles y maleza. Un lugar mágico. Un lugar con muchas historias que contar.

Demasiadas, de hecho...

Al salir de entre la arboleda, ahí estaba él, sentado y tirando piedras al lago, echando vistazos de vez en cuando al teléfono. Cuando pareció escuchar mis pasos acercarse, se paró, alarmado y con una piedra en la mano.

Alce las manos.

Soltó un suspiro cuando me vio.

Y ambos reímos.

-Pude haberte lanzado una piedra a la cabeza, imbécil.

-Pudiste...pero no lo hiciste.

De nuevo las risas, y corrí a abrazarlo.

Me encantaba la manera en la que sus brazos me rodeaban, como si nunca me quisieran dejar ir. También amaba la manera en la que su cuerpo pequeño encajaba con el mio, y como posicionaba su cabeza en mi cuello, y su nariz rozaba con la piel sensible...

Era lo mejor. Podría vivir en esta posición toda mi vida, si se pudiese.

I was born sick, but I love it...

-Te extrañe mucho, Harry...-sentí su cálido aliento en mi cuello. Lo apreté más contra mi, cerré los ojos y aspire su aroma. Y esa fue mi respuesta. Y él la entendió perfectamente.

Estuvimos unos segundos abrazados y en silencio, hasta que la voz temblorosa de Louis llegó hasta mis oídos.

-Quiero ser libre, Harry. Quiero amarte y que todo el mundo se entere...No quiero seguir escondiéndome.-se separó un poco de mi, alzo la mirada a causa de la diferencia de altura, y sus ojos azules, adornados por lágrimas que recorrían con luz verde sus mejillas, se clavaron en los míos, dejándome sin aliento como desde el primer día en que los vi.

Alce la mano y con mi pulgar, limpie las lágrimas de sus mejillas.

Y luego tome su cara entre mis manos.

Y lo bese como nunca lo había hecho.

Y odie el momento en el que nuestros pulmones gritaban por aire, y tuve que separarme de sus labios.

-Puedes gritarlo ahora.-respondí algo atontado por el beso. El abrió sus ojos desmesuradamente.

-¿Estas loco? ¿Y que nos oigan?-respondió, alarmado. Mire a mi alrededor, y volví a clavar mi ojos verdes en el.

-No creo que nadie te escuche aquí.

-No lo se, Harry...

-Anda, sera nuestro pequeño secreto.

Una tímida sonrisa adorno su rostro. Y no resistí la tentación de volver a besarlo.

Y entre besos y caricias, nos dirigimos hacia la orilla del lago, donde el agua podía tocar apenas las puntas de los zapatos de Lou.