Capitulo 26

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╰─▸ ❝ Ya estábamos saliendo de la escuela, sinceramente era una de las primeras veces que lo hacia, después de un problema gigante en una escuela pasada que estuve, sabiendo que probablemente me iba a meter en problemas, tal vez, pero eso no le quitaba lo hermoso de salir con el chico que estaba junto conmigo, era... un momento hermoso.

- Aidan, ¿ya lo has hecho?

- Sí, no tienes de que preocuparte, ya lo he hecho y no se han dado cuenta de que no estoy en clase.

- O sea que, se podría decir que no tienes vida social, sin ofender.

- No me ofendes, pero sí, no la tengo, prefiero no tenerla a estar como estupido viendo como se ríen de mi o me critican, ¿sabes?

- Te comprendo, no del todo.— por alguna razón me sentía identificada, un poco, con él porque era y soy un tanto antisocial al menos quitando de mis "amigas" bueno... ¿que se hace?

- Ahora ¿Segura que estás bien si nos saltamos las últimas clases?

- Sí, no me incomodas además me lo dijiste cuando estaba aburrida de la vida escolar. — Él río leve mientras seguimos cuajando dejando la escuela atrás.

Por alguna loca razón no sabía a donde me llevaba por un momento pensé que me iba a raptar pero no hasta que llegamos a un bosque a unas cuantas millas hasta llegar al siguiente estado de U.S.A.

- Aidan... ¿qué hacemos aquí?

- Disfrutar de la tranquilidad que hay en este bosque, la naturaleza, los animales, que no son muchos, pero más que nada la paz que hay en este lugar. — Sonaba tan sexy diciendo y mira al cielo, cada palabra que daba era... como si me reviviera a la vida.

- Wow, como lo describes se nota que vienes mucho a este lugar.

- Exacto. Vengo muy seguido, es mi lugar seguro, si quieres... también puede ser tuyo.

Me había sonrojada un poco al escuchar eso, ¿okey? Si era realmente bonito escuchar eso de Aidan. - Gracias Aidan. Lo digo por todo. No solo por darme tu lugar seguro, por todas las cosas que me has dado desde que nos conocimos. — le sonríe de oreja a oreja y también él lo hizo.

No sé cómo pasó que Aidan se iba acercando poco a poco más a mi, ya que estábamos a una distancia que yo digo que es "buena" ni tan cerca ni tan lejos, hasta que llegó a rozar mi mano. Cuando paso unos segundos él tomó mi mano, yo lo vi, sintiendo mi rostro un poco rojo y algo caliente, para decirle:

- Aidan, tus manos son cálidas. Me gusta. - le sonríe mientras agarraba su mano para ver el bosque.

Él soltó una risa leve. - Sabes, eres la única que me lo ha dicho, bueno creo que eres la única que he agarrado de la mano...

- Ya veo, oye, cuando vuelvas a venir aquí me hablas para irme contigo.

- Por supuesto. - note como el se sonrojó un poco.

El habiente se había puesto tan pero tan calmado que era como una sensación de satisfacción el escuchar los animales, el viento, el pequeño río que había y los pasos ligeros de Aidan acercándose a mi, espera, Aidan, ¿acercándose a mi?
Lo mira y estaba a milímetros de mi rostro.

- Sabes, t/n, quiero que hagas algo por mi.

- ¿Q-qué ocupas? - dije entre cortando mi voz por el nerviosismo.

- Primero: cierra los ojos, segundo: quiero que te relajes y no te estreses.

- Okey... - hice todo lo que me dijo que hiciera a  tal grado de no más escuchar su voz.

- Relájate...

Lo hice.

- Respira e inhala.

Lo hice.

- Por nada del mundo vayas a abrir los ojos, ¿okey?

- Entendido.

Escuché varios pasos acercándose a mi, Aidan rompiendo el espacio que nos separaba lo hizo dándome un ligero beso.

¡No lo puedo creer, Aidan, el chico cayado, que nunca habla, guapo, me ha dado un beso!

Prácticamente a él le había dado mi primer beso, no me sentía mal, se sentía... bonito. El se separó de mi y me dijo...

𝐌𝐲 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐢𝐬 𝐘𝗼𝐮𝐫𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora