Capítulo 1

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  De un salto salió sigilosamente del pozo, hace una semana que  Kaede Obasan le dijo a Kagome que se fuera a su época, lo que la extrañó en sobremanera. Pero aún así, no rechistó. Aunque la mujer mayor le dijo que no regresara en un mes, obviamente no pudo resistirse en volver, ya que en su época eran vacaciones de verano, no tenía estudios, por lo que realmente nada tenía que hacer allá. 

Y en el momento de irse ella ya se estaba preparando para mandar a inuyasha a besar el suelo por si se le ocurría intentar detenerla. ¿Pero lo más extraño? Inuyasha estuvo de acuerdo con la mujer mayor. ¿Estará tan cansado de ella que prefiere que ella se marche? No lo sabía, y honestamente, no quería pensar en eso.

También ella regresó en una semana porque no quería dejar sólo a inuyasha tanto tiempo, y claro, a sus amigos. De echo, ya los echaba de menos.

Con un suspiro de resignación, se ajustó bien la correa de su enorme mochila, y ansiosa por entregarles unas golosinas a Inuyasha y a Shippo, se puso en marcha hasta la aldea no muy lejos de ahí. Kami, pasó una semana y los extrañaba terriblemente.

Después de 35 minutos caminando, finalmente llegó a la aldea. Mujeres cultivando, otras cargando a seguramente sus bebés, el bullicio de las carretas y los trotes de caballos se podían apreciar y escuchar. Nada comparado con los sonidos de las vocinas de los autos, el bullicio del tránsito y de la gente, el trafico de su época. Se preguntó como hubiera sido nacer en la era feudal. Realmente apreciaba poder observar las estrellas, la vía láctea, sin contaminación ni edificios que tapen el hermoso azul del cielo, también apreciaba los alrededores llenos de naturaleza. Pero debía admitir que el siglo XXI tenía muchas cosa ventajosas, la tecnología, los automóviles, los supermercados, hospitales, ciencia e incluso la medicina estaba más avanzada. De pronto calló en cuenta que si en la era feudal alguien contraía alguna enfermedad como el cáncer, o así sea una simple gripa, no tienen posiblidad de curarse, en el peor de los casos, pueden morir. En la actualidad si te daba gripa ibas a la farmacia por un medicamento, así de simple.

 Cuando menos lo pensó ya estaba afuera de la cabaña de Kaede Obasan, se detuvo abruptamente cuando se dió cuenta que había desobedecido a una petición de la que consideraba casi su abuela. Bueno, no fue como tal una petición pero Kagome quiere pensar que sí. Pero ¿que decirle?  "Oh, perdone anciana Kaede, no pude quedarme en mi época porque no tenía una mierda que hacer y decidí volver porque soy un espíritu libre." Bueno, sin lo de 'mierda'. 

Preparándose mentalmente para el regaño de la adulta mayor, Kagome ingresó a la cabaña.

—Kaede Obasan, ¿Está aquí?

Al no recibir respuesta Kagome se extrañó, pero rápidamente se recompuso pensando que tal vez la anciana Kaede fue a revisar los cultivos. Dejó caer estrepitosamente su enorme mochila al no soportar el peso, y maldiciendo mentalmente a Inuyasha por no haber ido por ella, pero a la vez sabía que él no estaba enterado de que ella volvía.

—Debe estar con "su querida" Kikyo. —Murmuró Kagome con fastidio. —Claro, cuando está con ella se olvida del mundo exterior.

—Así que, Kagome, regresaste. 

Una voz la hizo sobresaltar pero se calmó al ver a Kaede en la entrada de la cabaña, y avergonzándose por su rabieta que seguramente Kaede presenció, la saludó.

—Kaede Obasan, al final no pude resistir volver...—Rió avergonzada.—¿No está molesta? 

Kaede suspiró con resignación —Conociendote, sabía que seguramente no aguantarías quedarte todo el mes, eres como un espíritu libre que no se puede domar. —Kagome rió avergonzada pero totalmente de acuerdo con las palabras de Kaede.

Mating Season | Inuyasha x KagomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora