ÚNICO.

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Solar Pov.

Nuestros ojos volvieron a juntarse, tu mirada era la descripción exacta de lujuria, tus ojos tan negros y tan brillantes estaban sobre mí, ya nadie podía detenerte y eso los sabías bien.

Una sonrisa con aires de orgullo apareció en tu rostro, me tenías donde querías y eso también lo sabías, lo sabías perfectamente.

Te acercaste a mí de manera lenta y seductora, aquello me hace sentir cómo si fueras un depredador y yo tú presa, me sentía como un pequeño conejito siendo acorralado por un lobo.

Estaba cayendo ante tí, completamente, y eso te llenaba de orgullo, maldita seas, Moon Byul Yi.

Tus labios se posaron suavemente sobre mí cuello, pero aquello no duró mucho, empezaste a atacar mí cuello con besos bruscos, y mordidas, haciendo que mí pálida piel se tornara de un fuerte color morado.

Tus manos, tus malditas y habilidosas manos fueron directo a mis piernas, recorriéndolas, cómo si quisieras conocer cada parte de ellas, cada vez más cerca de mí centro.

Un suspiro se escapó de mis labios y volviste a sonreír con orgullo, eso me molestaba, pero también me encantaba.

Los botones de mi blusa fueron abiertos, dejando a tu merced parte de mi cuerpo.

Maldita sea, cada roce de sus manos con mi cuerpo es un maldito sueño, es tan irreal, pera tan maravilloso.

Sus besos fueron desde mí cuello hasta mi abdomen, haciéndome suspirar.

Las únicas prendas que cubrían mi cuerpo fueron sacadas, estaba completamente desnuda ante ella.

Me miraste con burla, hasta yo misma me preguntaba dónde había quedado esa frase "Sueña ByulYi, jamás me tendrás en tu cama", me sentía estúpida, quería taparme con mis manos, pero ataste mis muñecas al catre de la cama, dejándome inmóvil.

Volviste a acercarte a mí, para susurrarme al oído;

— vamos cariño, déjame llevarte al paraíso.

Dios, ese susurro tan seductor llenó cada parte de mi, había caído, pero estaba vez había caído completamente ante tí, era tuya y sólo tuya.

Te miré con dificultad, tus manos estaban en mí centro, tocando de manera tan lenta que parecía una tortura.

Un gemido salió de mis labios, era tan maravilloso cómo tus labios y manos recorrían cada parte de mi.

Tus besos siguieron en mí cuello, te hartaste y bajaste a mis pechos, los besaste, cómo si tú vida dependiera de ellos.

Tu lengua recorriendo uno de mis pezones hacía que sintiera el mismísimo cielo, pero estaba recién comenzando.

Maldita sea ByulYi, eres tan malditamente habilidosa, me preguntó cuántas más tocaste cómo lo estás haciendo conmigo.

Me pregunto cuántas fueron las afortunadas de tenerte arriba recorriendo sus cuerpos cómo si fuera lo más preciado de éste mundo.

Tus labios volvieron a bajar a mi abdomen, esta vez más cerca de dónde tus dedos me torturaban sin piedad.

Tu aliento caliente chocaba contra mi centro, aquello me hizo volver a suspirar, besaste mis muslos.

Estabas jugando conmigo y parecías disfrutarlo, haciéndome esperar cada vez más, quería gritarte que dejaras de torturarme de esa manera, pero si lo hacía sabía que te ibas a detener y también m ibas a dejar ahí.

— tan ansiosa estás, Yongsun?- preguntaste con burla, tu voz estaba ronca y tu aliento seguía chocando contra mi centro mientras tus dedos seguían explorando aquél luharz vuelvo a decirlo, maldita seas, ByulYi.

Finalmente remplazastetus dedos por tú lengua y una ola de placer llenó todos mis sentidos.

No podía evitar gemir, podía sentir cómo una corriente eléctrica pasaba por mi espalda.

Tu lengua recorría mis paredes como si conocieras mi cuerpo, cómo si ya lo hubieses sentido antes.

Mi mirada estaba nublada, adoraba las sensaciones que me permitías sentir, aquéllas sensaciones tan adictivas.

Antes de acabar te alejaste de mí, y volviste a mirarme con orgullo y burla.

En este momento solo quería insultarte por dejarme en este estado, por torturarme y hacerme querer más de tu tacto.

Tu mirada paso lentamente por mi cuerpo mientras te desvestías, dejaste tu maravilloso y envidiable cuerpo al desnudo.

Mi mirada bajó de tu marcado abdomen hasta tu miembro erecto, trague saliva de manera inconciente y una pequeña risa salió de tus labios.

Te mordiste el labio inferior cuando tu mirada volvió a subir por mi cuerpo, me sentía tan pequeña ante tu mirada.

Me besaste por primera vez en ésta noche, tus labios se movían al compás con los míos, mientras tu lengua pedía permiso para entrar a mi boca.

Rozaste nuestras intimidades, haciendo que pegara un pequeño salto por aquello.

Cortamos el beso, mis pulmones rogaban por aire, nuestras respiraciones estaban tan agitadas.
Me volviste a susurrar en el oído, haciendome suspirar una vez más.

— Desde ahora... Eres mía, entiendes pequeña?

La sonrisa en su rostro no desaparecía, su mano en mi cintura y su voz la hacían ver tan malditamente dominante, pero no me quejaba quería ser suya, solamente suya y de nadie más.

Mis muñecas dejaron de estar amarradas al catre de la cama, haciendo que fueran directo a tus hombros para de alguna manera sostenerme de ti.

Sacaste de uno de los cajones un envoltorio plateado, supongo que es mejor prevenir que lamentar.

Volviste a posicionarte arriba mío, de manera en que nuestros rostros estuvieran en frente y finalmente entraste en mi de manera lenta y delicada, sentí que no querías lastimarme, pues sabías que serías mi primera vez.

Mis ojos se cerraron tratando de retener las lágrimas, dolía bastante.

Besaste mis mejillas para distraerme de aquel dolor que poco a poco se iba convirtiéndo en placer.

Asentí temblorosa y empezaste a moverte de forma lenta, poco a poco subiendo la intensidad de las penetraciones.

No podía parar de gemir, mis piernas se enrrollaron en tus caderas para sentirte cada vez más.

Una vez encontraste aquel punto tan sensible, no dudaste en concentrarte solo en ese lugar, llenandome de placer.

Mis uñas estaban enterradas en tu espalda, producto del placer que dejabas en mi.

Mi mirada se había nublado por completo, habías hecho que llore por la excitación y el placer que dejabas en mí.

Unas últimas penetraciones hicieron que sintiera el mismísimo paraíso llegar a mi, habíamos acabado... Juntas.

#𝖯𝖠𝖱𝖠𝖣𝖨𝖲𝖤 %𝖬𝖮𝖮𝖭𝖲𝖴𝖭 (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora