~ • [ S A T U R N O ] • ~

834 103 36
                                    

~En Saturno
Viven los hijos que nunca tuvimos
En Plutón
Aún se oyen gritos de amor
Y en la Luna
Gritan a solas tu voz y mi voz
Pidiendo perdón

Cosa que nunca pudimos hacer

Peor~

~🚀~

_Tienes idea de que hacer para tu proyecto de ciencias?

_.... probablemente el sistema solar...

Poco a poco aquel recuerdo se fue deteriorando, sabe que ganó aquella exposición por la medalla que conserva en una antigua caja de "recuerdos", más no recuerda los demás proyectos de sus compañeros, sus rostros son unas manchas en blanco que le llegan a cegar mentalmente, la sonrisa típica de una profesora de primaria, de su profesora, es la única mueca que no a olvidado por completo.

****

Seguramente el mundo se puso de cabeza, o quizás y solo quizás, las personas enloquecieron.

Muchas veces su carácter fue un propulsor para ser detestado por unos, admirado por otros....y amado por él.

Entonces decidió replantear su pregunta.

¿Acaso ese chico estaba loco?

Puede que sí, puede que no. La respuesta no le interesaba.

Al menos no en ese momento.

*Su vida no tenía espacio para alguien confundido que le viniera a vender la idea de un romance como en los cuentos de hadas.

Su sorpresa vino cuando aquello resultó ser más complicado de lo que se llegó a imaginar.

****

Plutón dejó de ser un planeta

Katsuki dejó de ser independiente

Plutón se convirtió en un satélite

Katsuki se convirtió en la galaxia de Shōto.

****

Solía tener ese mismo sueño, sin falta, todos los días, y despertaba a la misma hora.

Lo veía ahí, paradójicamente sentado sobre su cama justo a un lado de sus pies, sonreía con aquel esplendor que le permitía verle aún en la oscuridad, pudo haber sido el detalle de la luz lunar entrando por su ventana, pero él prefería seguir creyendo que Shōto brillaba con luz propia.

Despertaba cuando trataba de levantarse de su propia cama para poder guardar esa sonrisa entre sus manos y jamás dejarla ir.

*Eran sueños crueles, sueños dentro de otros sueños que le recordaban que en aquella oscura habitación carente de ventana alguna, se encontraba completamente solo. No quería, él no quería volver a soñar con él.

S A T U R N O Donde viven las historias. Descúbrelo ahora