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Pasaron al rededor de dos días hasta que JeNo volvió a ver al chico de linda sonrisa, quizás no le había sucedido nada, pero le daba ansiedad no saber si había sido malo.
RenJun se adentró al ascensor y sonrió levemente hacia el chico, haciendo que este presionará el botón de su piso. El chino se sentía un poco nervioso, quizás su maquillaje no había sido el mejor, pero al menos funcionaba para ocultar el pequeño moretón que había quedado y que aún no sé iba.
— ¿Puedo preguntar que sucedió? —Soltó el más alto, mientras presionaba el botón que hizo que el ascensor se detuviera. RenJun se sonrojó levemente.
— ¿Por qué-
— ¿Fue ese chico? —RenJun negó repetidas veces
— No, él no haría eso —Suspiró— Tuve un pequeño problema con un cliente en el lugar donde trabajo y... bueno, le disgustó que no fuera coreano.
— ¿Y por eso te golpeó? —Frunció el ceño mientras se acercaba al más bajo para ver su rostro.
— S-si.
— No debería haber hecho eso, ¿tú jefe hizo algo?
— Le prohibieron volver a entrar al restaurante.
— ¿Sólo eso?
— ¿Deberían haber hecho algo más? —Evitó la vista del chico, este lo ponía nervioso y no quería tartamudear otra vez.
— Dudo que hubiesen hecho algo más, la gente a veces no hace lo correcto —Se alejó y presiono el botón para que el ascensor volviera a funcionar.— Espero que no vuelva a suceder.
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