[One Shot]
Takemichi no comprendía muy bien porque muchos miembros del Touman le tenían tanto recelo, llegando a intimidarlo y tacharlo de inútil, cosa que no podía negar ya que lo era, aún así, se había esforzado mucho, ¿Por qué era tratado de esa...
Acomodando su cabello, haciendo su usual peinado más levantado, se vio al espejo, con una pequeña sonrisa ante su uniforme, aún le parecía un sueño todo lo que había conseguido, pero no era momento para distraerse, debía ir a la reunión, si llegaba tarde seguramente sería asesinado por Draken o Mikey.
Y como era algo esperado llegó tarde, no un poco tarde, muy tarde.
Su madre le había pedido sacar la basura y ayudarla antes de permitirle salir, así que no puedo negarse, y ahora, siendo el único en llegar tarde, sabía que sería reprendido, más al ser líder de la primera división, alguien salvelo...
—¡Takemicchi!—Parpadeando pudo ver a Sano Manjiro mover de un lado a otro su mano con una preciosa sonrisa amigable, calmandolo de su posible muerte.—Al fin llegas, ponte rápido, explicaré todo otra vez.
Un poco sorprendido decidió no agregar nada y sólo asentir, esperaba algo más brusco, con un poco de violencia, pero agradecía la amabilidad de Mikey, así que poniéndose con su división oyó claramente al líder, sin captar muchas miradas irritada y algunos murmullos poco entendibles.
Ese sólo era el comienzo.
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Luego de ser nombrado líder de la primera división, ganó respeto y algo de fama, por lo que no pudo evitar presumir un poco respecto a esto, y también a ser un miembro importante de la Touman, se sentía por primera vez orgulloso de si mismo.
Pero dejo de estarlo cuando fue llamado por Draken y aprecio claramente a Mikey patear a unos miembros de la Touman.
—¿Qué hemos dicho de abusar de su poder...?, No se atrevan a ensuciar el rango o ese tipo de cosas... Es repugnante.—Mikey tenía su pie muy cerca de las cabezas de esos tres chicos, quienes temblaban. Takemichi no era la excepción, estando junto a Draken, pensó que quizás también sería regañado.
—¡Pero Hanagaki también-!—Siendo callado por el pie de Mikey impactando contra el tarro que estaba junto a los chicos.
—Ah... Mikey-kun...—El rubio prácticamente lloraba, temblando al saber que era su turno.
—¡Takemicchi!, Es bueno que ya te sientas parte de Touman.—Con una expresión diferente, más amable y dulce le sonrió, haciendo al rubio Hanagaki parpadear desconcertado.
—¿Eh?, G... Gracias.—Sin saber que responder sintió un completo alivio ante esas palabras, haciendo que su corazón latiera de manera adecuada y constante.
Sin tomarle mucha importancia a las miradas enojadas de esos tres tipos en el piso.
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