Soy un tonto, un tonto con delirios de cariño. Me he enamorado de quien no debía y en momentos que tampoco era necesario. Me volví un novicio en el cónclave del amor por alguien que poseía maestría y doctorado en el arte de enmascarar intenciones con emociones. Soy un loco, porque muy a pesar de todo el dolor que les he permitido causarme, y por ende me he causado, quiero seguir creyendo en que la luminiscencia de una esperanza febril sigue brillando en alguna parte inocua en la que todavía no me he tenido la dicha de atreverme a buscar. Soy un tonto por creer que lo que busco aparecerá como por arte de magia entre los escombros de los lugares que he destruido mediante mi búsqueda inútil. Soy un loco porque sigo sin saber siquiera si lo que buscaba en esos momentos de anarquía mental es lo mismo que estoy buscando ahora, en momentos en los que mi mente no se encuentra aquí en el presente, ni en el pasado bello y cruel.
A veces suelo pensar en qué es lo que hará de mí algo o alguien. Me pregunto constantemente a mi corta edad si es que tengo algo reservado para mí en el futuro incierto y ansioso. No sé. A veces solo quisiera ahogarme en un mar de eternos recuerdos y ser olvidado como todos ellos, y que así mi historia sea confundida, con la de aquel sujeto o aquel otro tipo. Quisiera a veces solo hacer lo que sea que tenga que hacer para quedar en el olvido. Es menos presión, supongo. La verdad es que no reconozco el camino por el que he llegado hasta aquí y no conozco camino alguno que me lleve a aquello que quiero lograr; aunque eso no evita que siga andando. Debo reconocer que el ser testarudo es uno de mis peores y mejores defectos.
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Textos
RandomEs lo que dice el título, textos random que escribo de vez en cuando y quiero poner aquí. Nada extraordinario.