Jane era Jane. No podía dejar de ser ella. Era zorra, era cruel. Eso muy claro lo tenía. Pero Jane no quería ser otra persona, ella no quería cambiar su forma de ser. Porque ella era ella, no iba a ser nadie más. Nunca.
Mucha gente dice que el tiempo ayuda a recapacitar sobre los errores que uno comete. Pero ella no se había equivocado, no había cometido ningún error. Jane había sido persistente, había luchado por lo que más quería ¿eso era un error? Había humillado a alguien, había pisoteado cabezas. Pero, ¿quién no lo hace? ¿Quién no hace daño a los demás cuando intenta lograr lo que quiere? Mackenzie también había hecho daño para conseguir a su chico. Había lastimado a Manson. La había lastimado a ella.
Jane quería a James. No era un capricho, no era una persona con la que quería acostarse. Era de la persona que había estado enamorada por mucho tiempo. Ella no podría decir desde que momento sentía aquello.
Cuando no era tan zorra, pero seguía siendo ella, recordaba haberse llevado bien con James. Recordaba perfectamente el día en el que descubrió cuanto amaba sus ojos. Pero seguía sin descubrir desde cuando eso pasaba. ¿Era posible que una persona se enamore de alguien de un día para otro? Ella no lo creía posible, no entendía como eso era posible. Un día, le hablaba en clase. Al otro, lo miraba mucho durante ella. En el almuerzo, no podía apartar su mirada. Simplemente de la nada.
La primera vez que lo vio, fue en el primer año. Cuando ella paseaba por los pasillos, con sus amigas y muchos chicos tirando piropos. Recordaba muy bien lo que había sentido. Emoción, todos decían que era hermosa. Las chicas la envidiaban, y no había chico que no se le acercara hablarle. Era tan impresionante. Era como un sueño; en esos en los que ella era la princesa y todos los príncipes se peleaban por conseguir su mano, donde todas las chicas, plebeyas, soñaban con estar en su lugar. Y, lo mejor de ser princesa, era que pronto sería reina. No era complicado, solo tenía que buscar a su príncipe azul entre un millón de príncipes. Un vez que lo encontrara, sería la reina.
En ese momento, se había chocado con alguien; provoca do que todos sus cuadernos caigan al piso. Inmediatamente, ella y la persona con la que había chocado se agacharon a recoger los libros.
― Lo siento ―había susurrado él.
Jane había levantado la vista del suelo, para encontrarse con los ojos de él. Sintió como se quedaba impresionada por los hermosos ojos que la miraban. Son bellísimos, había pensado. Tal vez, en ese momento se había enamorado. Tal vez, en ese momento había sentido un millón de mariposas revolotear en su estómago. No lo sabía, nunca lo sabría.
―No importa ―había contestado ella.
Luego de eso, él le había devuelto sus cuadernos y había seguido con su camino. Ella no había apartado la vista de él hasta que ya no lo vio más. Estaba impresionada, posiblemente enamorada.
Y así empezó a pasar su tiempo. Mirándolo en cada segundo que podía. Siempre apreciando sus bellísimos ojos y su hermoso pelo pelirrojo. Pero, con eso, había visto a donde paraban la mayoría de las miradas de él: Mackenzie Sullivan. El la miraba a ella, no a su futura princesa. Jane lo había decidido: el sería su príncipe, y un príncipe no debía mirar a una plebeya. Él no debía hacer eso. No podía. Era su príncipe azul.
¿Por qué no se fijaba en ella? El miraba a Kenzie, cuando Jane era mucho más linda. ¿El no entendía que ella era su princesa? Era muy triste, demasiado triste. Pero, no tuvo que pensar mucho para darse cuenta del problema: Mackenzie. Ella era la que lo había enamorado a él. Ella era la que le quería arrebatar a su príncipe. Ella no podía, no debía. Estaba segura de que Kenzie era una ramera, no ella. Tal vez, Jane era la que usaba ropa ajustada y quería que los chicos piensen que es linda; no Mackenzie. Pero ella no le veía lo que tenía de malo. ¿Era puta por usar ropa que la hace sentirse más Linda y mejor con ella misma? ¿Era zorra por querer que los demás piensen que ella era hermosa?
No podía evitar odiarla. Por envidia, quizá. Jane tenía a todos los chicos que quería, menos a James; y a Manson. No lo soportaba. Esa chica, que no se podría decir que era más linda que ella, tenía a dos chicos, de lo más hermosos, detrás de ella. A Jane realmente no le importaba Manson, no le agradaba que un chico no esté detrás de ella, pero no era el que más le importaba. James estaba enamorado, se le notaba bastante. Le dolía demasiado ver como sonreía cuando miraba a Kenzie. Era tan triste.
Entonces empezó a molestarla. Ella no se quedaría con su James. Haría que él se diera cuenta de lo patética que era esa chica. El parecía no verlo, pero Jane estaba allí para ayudarlo. Él no tenía oportunidad con esa chica, se notaba demasiado que estaba enamorada de Manson; un problema menos, pero eso no quitaba el problema inicial: James seguía enamorado de Mackenzie.
Cada vez que la molestaba, cada vez que la insultaba, sentía que descargaba algo de rabia. Sentía que, de alguna forma, le demostraba su eterno odio por haberle robado a su príncipe azul. No iba a olvidar a James, no iba a dejarse vencer. El mundo era injusto, por lo que ella misma tendría que hacer que deje de serlo. Ella misma conseguiría que su verdadero amor se fije en ella. Porque eso era justo, lo era.
El día que vio a James encontrarse con una hoja del cuaderno de Mackenzie, no lo dudo. Menos lo hizo cuando el prácticamente le dijo que haga lo que quería. Se sintió tan feliz al ver lo que estaba escrito en la lista, que casi grita de felicidad. Eso quería decir que Kenzie no se casaría con James aunque sea el único ser humano en la tierra. Estaba muy claro, él era su nunca en la vida. Apenas se sintió triste cuando pensó en lo desilusionado que él estaba. Lo superaría, había pensado.
Pero la verdad le cayó como un balde de agua fría, eso no lo haría detenerse. El no dejaría de quererla por más que ella lo lastime. Entonces vio la lista que se encontraba en sus manos y pensó un plan. Mackenzie tenía que pagar por todo, y humillarla sería la mejor manera. Eso creía, mientras sacaba las fotocopias.
Había sido muy doloroso, que, después de todo lo que hizo, lo único que había logrado era que estén juntos. No debería ser así las cosas. Jane se había esforzado, había sido perseverante, entonces ¿por qué no lo había logrado? Ellos estaban juntos y felices. No sólo eso, Kenzie había logrado ser amiga de Eric, Derek, y Manson. Mackenzie se veía como una princesa.
Esa vez, había sentido mucho dolor. Pero no había llorado; una princesa nunca lloraba, estaba siempre feliz. Por un momento, los había visto, a Kenzie y James, como rey y reina. Por un momento, a pesar de tener un montón de chicos detrás de ella, se sintió como una plebeya. Parecía que Kenzie le había arrebatado su corona y era ella la princesa; mientras que, Jane, tuvo que dejar de ser lo que era. Ya no era más princesa, ya no sería reina. Sin príncipe azul ¿que era ella? Nada, absolutamente nada.
Cuando le había dicho a Kenzie que James le había dado la lista, sintió rencor. Sufre, pensó, siente lo que yo sentí. Quería que ella sufriera. Quería que Mackenzie sintiera el gran dolor que había sentido por el simple hecho de su existencia. Todo era culpa de ella.
Y así estaba Jane, destruida, en verano, y sin ser princesa. James no podía ser su príncipe. Lo había entendido, él ya tenía una princesa desde hace mucho tiempo. Ella sabía que había hecho las cosas mal, pero se sentía orgullosa de no haberse rendido. Le daba una gran felicidad saber lo mucho que había luchado. Y, allí, no muy a lo lejos, veía una oportunidad. Veía la forma de empezar todo de nuevo, de conseguir un príncipe, de ser una princesa, de hacer las cosas bien.
La universidad. Ella lo presentía, se venía una etapa difícil. La universidad no sería fácil, y sería aún más difícil conseguir su título como reina. Pero lo haría. Lucharía, y no se rendiría. Y, creía, conocería a su príncipe. Porque había un príncipe para cada princesa.
*******************************************
Hola!!!
Me alegra mucho que hayan llegado tan lejos para leer la nota :D. Algunas personas lo hubieran dejado porque les parecía muy aburrido.
Me harían un gran favor si votaran al leer, pero, si no quieren hacerlo, lo entenderé.
Creo que, si están aquí, saben que necesito votos para ganar el concurso, ¿no?
No quiero presionarlas, pero me harían un gran favor.
Gracias por haber leído :D.
Brooke fuera.
ESTÁS LEYENDO
One Shot: Mi plan D
Teen Fiction"One shot, Mi Plan D". Espero que les guste. La historia verdadera pertenece a AndreaSmith. Este One Shot explica el odio de Jane hacia Mackenzie.