Paul no encajaba en el equipo de fútbol americano, por lo que deprimido se inscribe al club de porristas.
Lo que no sabe es que le traerá burlas de parte de los hombres. Siendo ésto, lo que provoca una apuesta para ver quién puede meterse con el chi...
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Me había anotado para el club de fútbol americano pero lastimosamente me denegaron el ingreso. Por no tener músculos para un deporte de hombres, siempre era igual.
En mi anterior escuela paso lo mismo era muy débil como para entrar al club de lucha. Pero era una nueva ciudad, un nuevo aire y quería entrar al club de fútbol americano. Mí padre, solo así me vería a los ojos sin sentir vergüenza de su hijo.
Suspiré derrotado, ahora tenía que encontrar un club acordé a mi capacidad. Me fijé, que la mayoría ya estaban ocupados.
A unos metros había unos chicos y chicas haciendo marometas en el aire, por su uniforme diría que era el equipo de porristas.
Lentamente me acerqué a la chica, y ella me miró.
—. ¡Únete al club de porrista!
Ma paso un bolígrafo y una tabla en dónde me debía anotar.
Tome el bolígrafo y me apunté después de todo que sería peor que eso. Era el único club en el que podía encajar sin miedo a mi estatura o pesó. Sin embargo no era algo que quisiera decirle a mi padre que era un machista y si me viera usando el uniforme de animador me mataría.
Que podría hacerme un inofensivo uniforme.
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