CAPÍTULO 03

27 6 1
                                    

AGATHA HENDERSON

Iba de camino a casa cuando me estaba preguntando, ¿por qué Valeria quiere quedar conmigo?, solo quedamos para cosas importantes como: trabajos, exposiciones, tareas, cotilleos; sí, los cotilleos son bastante importantes para nosotras, somos las que siempre nos enteramos de todos los cotilleos. Y sí que es muy raro que dos mejores amigas no queden por gusto, también lo hacemos, pero cuando podemos, ya que la universidad nos quita bastante tiempo, y sobre todo a mí ya que necesito subir mis notas, y me cuesta bastante centrarme en mis estudios.

De todos modos quiero saber qué ha pasado.

[...]

En cuanto llegué a mi casa, lo primero que hice fue hacer el trabajo que nos habían mandado en clase.

—¿Qué tal el día cariño?—mi madre estaba en la cocina como siempre, cocinar es su pasión o más bien uno de sus hobbies más privilegiados.

—Bien, la verdad, aunque tengo muchas tareas— hoy me espera una tarde ajetreada, aunque podré descansar un poco con Valeria.

—Me alegro—

—Ah, mamá, ¿puede venir esta tarde Valeria?, creo que le ha pasado algo importante y quiere contármelo—

—¿Por qué no quedas con ella en otro lado como una heladería y os tomáis un helado?— no me parece mala idea, se lo preguntaré.

—Pues no es mala idea, entonces, después la llamo y se lo comento, a ver si puede—

[...]

La universidad me tiene muerta, llevo como más de 5 horas solo haciendo física, y todavía me queda bastante.

Tengo que llamar a Valeria, pero necesito terminar los ejercicios.

El problema es que ya es tarde, tengo que dejar de hacerlos, cuando llegue a casa los haré.

Encendí el teléfono y marqué su número.

—¿Valeria?—

—Hola Agatha, ¿para qué me llamas? Ya voy de camino a tu casa—

—Bueno, a ver, te llamaba para contarte si en vez de ir a mi casa, ¿por qué no vamos a una heladería?, estaríamos más tranquilas y sin mi madre—

—Vale, me parece buena idea, pues entonces quedamos en la heladería Nonna, ¿te parece?—

—Sí, perfecto, ¿a qué hora más o menos?—

—Vámonos ya para allá—

—Vale, adiós— acto seguido colgué, me había pedido de ir ya y yo todavía no estaba lista.

Me duché y me arreglé rápidamente, y me fui de casa.

Al salir de casa cogí mi Audi y salí rápidamente ya que ya iba un poco justa de tiempo, pero cuando estaba a tan sólo tres manzanas de la calle de la heladería,un estruendo sonó de aquella calle, me asusté por el ruido, al final la curiosidad ganó y me acerqué con el coche un poco para ver lo que había pasado, todo el mundo que estaba allí estaba sorprendido por lo que había pasado, me di cuenta que la calle estaba cortada por un accidente en el que dos coches habían chocado en un cruce, por lo que llegaría aún más tarde a la heladería, pero cuando miré y me di cuenta de quien iba en el auto, me puse pálida, no puede ser...

Amor TraicioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora