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"Si las incoherencias no existieran... ¿La gente aprendería a madurar?"

Dicen que los trabajos de la vida galante son de mal gusto, solo gente si talento, sola o fácil es capaz de ejercer dicha labor.

Que pedazo de imbéciles son...

-Jimin ¿Qué carajo haces aquí? Lárgate ahora mismo- no dije ni una sola palabra, sólo le hice caso a mamá y me marché.

Baje las escaleras para ir al salón principal, mientras pasaba a lado de la gente que se toqueteaba de forma sucia o se besaba de forma descarada.

Para mí era sumamente normal estar en este tipo de lugares, ver orgías o simplemente un tipo rico de familia respetable siendo infiel a la esposa que lo espera en la casa y no tiene derecho de interrogar su paradero.

-Hey, señorito- me acerque a ese hombre gordo, viejo pero necesitado de atención.

-Hola señor Lee- sonrió de manera coqueta y me siento en sus piernas -¿A qué debemos su agradable visita?- él me toma por el mentón y busca mis labios con una mirada.

-Te busco a ti- su olor a tabaco mezclado con mal aliento hace que me de nauseas pero la práctica hace que lo pase por alto.

-Oh señor Lee- me ruborizo como está escrito en el guión y me safo de su agarré para poder agachar la mirada y verme inocente -Aun no he debutado- le lanzo una mirada que refleja pena.

-Santo dios niño, te ves delicioso cuando te sonrojas, es una pena que aún no tengas 14- toma un poco de whisky y veo a una chica aproximándose.

Ella era Jennie, una hermosa mujer de 15 años, muy talentosa para bailar y cantar; su virginidad llegó a un alto precio, tan alto que con eso se podría comprar una casa de dos pisos; poseía una sensualidad natural y su trabajo de coquetería era impecable, lo malo es que casi siempre estaba de mal humor.

-Señor Lee- se acerca con una sonrisa impecable, digna de una profesional.

El señor Lee procede a soltarme, como si fuera una simple bolsa de basura y ahora toda su atención es para Jennie.

Tantos hombres en este lugar y ninguno puede tocarme, me siento tan inútil.

-Pequeño Park, por favor ven, necesito hablar contigo.

-¿Qué sucede señora Chan?

-Ya estamos a tan solo dos meses de tu debut, necesitaré que busques tus mejores trapos, un poco de maquillaje y unos lindos accesorios- sonríe y me da una vuelta.

-Estoy demasiado nervioso, señora Chan- sonrió genuinamente.

El debut es un gran paso en este burdel, indica poder decidir, tener dinero, ser útil y deseado; es espectacular ver cómo te ponen en medio de un salón, vestido de forma sensual y bonita, rodeado de múltiples hombres ofertando sin miedo alguno.

-Y no es para menos Jimin- sonríe -Eres único... El primer hombre que debutará. Puede salir bien o puede salir muy mal, pero apoyaremos la primera opción.

¿Mal?... ¿Porque debutar a un hombre sería malo? Si hay miles de hombres que me agarran de forma indebida, hombres que me han llegado a acorralarme, hombres que buscan mis besos.

-¿Qué pasaría si no soy bien recibido?- me le quedó mirando con evidente confusión, ella sólo ríe y me pide que me vaya mientras el señor Park entra a la habitación y corre a besarla con mucha necesidad.

-Mhg~ Ci... Cierra la puerta muchacho... Ah~


































Buenas noches Seúl ~KookMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora