Capítulo 1

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Narra Amery Becket- No ma, ya está todo listo....- decía mientras  terminaba de doblar  la ropa  que faltaba-  Si, Lys está  en el trabajo. Papá  aún no vuelve,   me aviso que llegará  más tarde.  ¿Henry?,  el está con la novia Creo aquí  en la casa no está.-  La voz de mi madre  sonó  aún más fuerte y resonó  en toda la habitación.

-Ese desgraciado  tiene exámenes, ¿y se va con la novia?.- Gritó aún con más  fuerza y   hizo que me aturdiera.- Esta bien, tengo que seguir trabajando  si  ves que  Lys aún no vuelve  para el medio día   hazte de comer.¿Si?.-

-Si, nos vemos ma.- cortó la llamada y  yo termine de  doblar la ropa.-

La mayoría de los días últimamente  eran así, las mañanas me las pasaba sola, como la mayor parte de la tarde. Antes hablaba  con   Asher  pero ahora ya éramos prácticamente  desconocidos. Tome mi cuaderno y comencé a leer, todo lo que había escrito en el era   mi forma de ser, de pensar, era mi diario en frases, pero leí  los últimos párrafos que escribí  y lo cerré, no me sentía de ánimos para  escribir,  hace poco había terminado con una relación amorosa y antes había   alejado a mis amistades, ¿Por qué? Tenía un mejor amigo pero se enamoró de una chica y nunca mas me hablo,  tenía dos amigas pero por mi hermana supe lo que decían de mi,  a mis espaldas. Ahí en tan sólo un mes perdí  todas esas personas que había elegido para que me rodearan. ¿Tan mala era eligiendo a quien tener a mi lado?. Pues  esos tres amigos que tenía  los tenía desde primaria y recién me enteraba de  las personas que eran, creo que hasta mi perro era más leal que ellos.

Así  que así  eran mis días, estando en una soledad que no era totalmente mala, pensaba claramente,  tenía tiempo de sobra para dedicarme a mi,   entable mejores lazos con mis hermanos y tuve esa paz que hace tiempo no tenía conmigo misma, aunque más  que paz era soledad,  no había nadie más ayudando a tomar una decisión, no   estaba pendiente de  nadie más,  se sentía pleno, me sentía autosuficiente. Pero extrañaba las risas que antes compartía, Sabrina y Amelia  ya no estaban y se llevaron una parte de mi, Thomas se llevó otra y Asher termino lo que   antes habían empezado,  había quedado rota y me sentía vacía. Pero estaba teniendo  mis decisiones más claras que Antes, pero estaba bien, Al menos eso me decía.  "Sirve para tener paz contigo", "Nadie más decide por ti","No necesitas personas hipócritas o egocéntricas".

No los necesitaba, entendí que sólo  lo que yo pensara, las decisiones que yo tomaba eran las que contaban. Sola estaba más que bien, y las demás personas eran todas iguales, unos malditos  que sólo pensaban en ellos y    sólo eran interesados. En cambio yo  no lo era y de eso se aprovechaban.

Luego de  ya no hablar con mis amigos apareció  Asher. El llegó como un torbellino y cambio todo lo que sentía, volví a confiar en otra persona, me esmere porque el  estuviera bien, me desvele para estar con el, y lo abrace aún cuando no me lo pidió, porque aunque nunca me dijo cuando estuvo mal, lo supe,  y cuando comenzó a alejarse de mi también lo supe, pero no lo quería aceptar, dolía pensar que la misma confianza que había logrado tener se estuviera acabando. Y así paso,  el término con la relación dejándome sin razón, rompió  todo lo que quedaba de mi. En ese momento me volví lo que soy ahora, parezco un alma vacía que sigue estando despierta por el simple hecho de creer que tengo  que  valorar mi vida,  creyendo que el destino tiene algo distinto para mi, hablándole  al cielo como si algún día me respondiera.

En el cuaderno que siempre escribía estaban mis preguntas, mis miedos, mis tristezas,  pero últimamente no había nada que escribir en él.

                      .....................

Ya eran las 11:30  y aún  no había señales de mi hermana  entonces comencé a cocinar. Conecté mi teléfono al equipo y  puse la lista de sugerencias que presentaba youtube  sin ningún interés en escuchar algo en especial, mientras tomaba un sartén,un bol donde  batir los huevos, ¿se imaginan que me haría no?.  Un omelet de vaga me iba a comer.

Cuando ya estaba comiendo me llegó un mensaje de mi hermana diciendo que ya estaba en camino y que le cocinara  porque tenía que practicar para cuando tuviera esposo, no era un buen punto, pero igual  me puse a cocinar su omelet  con mucho  queso y  condimentos porque así le gustaba. Para cuando llegó ya estaba  todo listo y se  sentó en  la mesa.

-¡¡Ah!!, esa vieja me  estaba exigiendo mucho.- se quejo con la boca llena de comida- ¿y sabes que?, el hijo me estaba  mirando.- mi hermana era fácil de mirar,  una figura hermosa, una mujer que era  muy sociable y tenía una luz inmensa, sinceramente me sentía un poco ocupada a su lado-

- Es parte de tu trabajo soportar esas cosas  jaja-   le decía mientras lavaba lo que había usado- Y con tremenda mujer como no te iba a mirar- me di la vuelta y le guiñe un ojo y ella se rió-

-¡Jajaja!  Ay Amy,   cuando termine  la uni te voy a llevar conmigo, te amo hermanita, cocinas  bien mi amor jajajaja- dijo  mientras terminaba de comer.-

Después de que ella lavara su plato   me miró  y luego  a la ventana.

-La tarde recién comienza  deberías salir un rato. Aprovecha y haz nuevos  amigos.- me dijo y yo la mire   de forma desinteresada-

- No soy una niña, tengo 16 años  casi 17 y no necesito amigos-  solté  mientras acomodaba unas cosas en la sala.-   Pero si, saldré un rato al parque.-

- ¡Eso!-  dijo señalando  mi figura mientras  sonreía- ¿Hoy no saldrás a correr?.-

-Hoy no.- conteste  mientras tomaba una campera de una silla y me dirigía a la puerta.- En un rato vuelvo, nos vemos.-

-¡¡Cuidate!!.- Gritó desde adentro de la casa mientras se asomaba a la ventana  sus 22 años no se notaban   cuando era así-

El día estaba soleado, en esta época del año empezaba a  refrescar     de una manera monstruosa,  y como no si ya era otoño, las hojas empezaban a tomar  otros colores y  el sol  bajaba mas temprano, las noches eran más claras también  o al menos eso me parecía a mi. Mientras pensaba tranquilamente  al caminar por el sendero del parque   con mis manos en los bolsillos de la campera mientras con el brazo izquierdo  apretaba el libro que traía contra mi cuerpo para que no cayera, fui hasta  un banco y me senté  con calma a leer   mi libro, pero apenas lo abrí sentí  que había alguien detrás mio.

- Hola, ¿eso es un libro?.- dijo cerca de mi oído un chico y yo como reflejo le pegue con el   libro, cerro los ojos  de golpe mientras decía - Auch, creo que es más  un   como un bate para golpear.- me aleje de un salto de él y sonrió.-  

-¿Quien eres?.- Maldito loco casi me matas de un infarto, cuando aprecie bien su rostro pude notar que tenía una sonrisa pintada, una dentadura perfecta que brillaba en su sonrisa.-

- Ahm...-  tocó su nariz un poco  mientras fruncia el ceño.-  Un chico lector y tu un libro para leer.- Dijo sonriendo  seductoramente y sólo  arquée mis cejas  sin entender bien.-

-¿Un libro para leer?.-  Dije mientras el se acercaba más a mi.-

-¿Eh?...- Miró el libro que tenía en las manos y su rostro tomó colores   ruborizandose, mientras reía notablemente nervioso.- No .. No eres un libro.- Paso su mano desde su frente hasta su pelo tirandoló hacia atrás, aún con una sonrisa.- Quise decir que  tu tenías un libro  que leer...-

- Si, ¿y eso qué?.- Me miro fijamente y su rostro cambio a uno serio.-

-¿De qué trata el libro?.- Preguntó mirando  el  objeto nombrado y esperando una respuesta.  Lo mire con desconfianza y en vez de responder extendí mi mano hacía el y se lo mostré.- ¿Es de Verónica Roth?.- Pregunto tomando el libro entre sus manos y acariciando la tapa, se notaba  la admiración  al hacerlo.- ¿Crees que si el destino  unió  los caminos  de dos almas y   estos se dividen fue por una razón?.-

Cuando pregunto  aquello, sólo pude pensar en  lo que había sucedido con Asher y sentí un nudo en el pecho.

-Quizas el destino lo hizo por una razón.- El chico  me miró  y luego al libro. - ¿Y tú que crees?...- pregunté  teniendo un nudo en la garganta, este extraño   tenía   algo que te hacía sentir en paz.-

-El destino siempre  tiene algo preparado para nosotros, no creo que sea culpa de aquellos que se hayan encontrado y luego  perdido. Sino que  llegaron para enseñarle al otro.- La sonrisa en su rostro era una de tristeza, pero que demostraba fuerza.- Si sus caminos se dividen fue porque así lo decidió el destino, que  en su misma forma  es algo desconocido y a la vez   llega a ser incierto, todo en esta vida es por una razón y cada acción  cuenta.- dijo mirando como las hojas   amarillas caían.-

¿Y Si Las Estrellas Así Lo Quieren?..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora