Capítulo 9:"-Oruga"

1.1K 56 3
                                    

Nos quedamos hablando en la playa de cosas sin importancia hasta que el sol amenazó con descender, dentro de poco la noche haria aparición y nuestro pequeño escondite se inundaria; dejando sedimentos, algas y algun que otro pez.

Olíamos a sal marina y agua de mar, ya que, algunas olas al chocar contra la piedra que nos rodeaba manchaba nuestra ropa y cabello.

Contorsionandonos como pudimos salimos por aquella grieta que en algún momento fue mas grade; eso, o era que nosotras habiamos crecido. Obviamente, pero siempre sin olvidar nuestro hermoso paraíso privado.

Este lugar irradiaba seguridad, era el unico sitio en que nosotras podiamos ser como queríamos. Tal vez, en alguna ocasión, débiles.

En todo el tiempo que estuvimos entre las rocas y el agua de mar, Aria no habia tocado del tema de Trevor; y yo no pensaba hacerlo. Hasta que, debido a lo cabezota que soy, meti la pata.

- ¿Fueron celos? - Pregunté de repente, cambiando drasticamente de tema.

- ¿El qué? - Devolvió Aria con otra pregunta, mientras enarcaba una ceja.

- Lo de Trevor - Bramé - Ya sabes.

- ¿Para que quieres saber? - Inquirio mirándome suspicaz.

- Ni siquiera lo intentes - Le corte - respondeme y ya, sabes que no te juzgare.

- No lo sé - Soltó de repente - es raro, se que no somos nada, pero de solo verlo con otra chica me.. jodio, bastante.

Sopesé unos segundos mi respuesta. Si se lo decía, ¿No se enfadaría?

- Suéltalo, Clare - Irrumpió a mis pensamientos.

Claro, ella era Aria, mi mejor amiga, conocía mis gestos y caras mejor que mi misma.

- Definitivamente son celos - Dije sin censura, arrepintiendome al instante.

Suspiró.

- Maldición - Seguramente su mente estaba maquinando cualquier cosa - No, por favor..

- No pasa nada amiga - Le calme - cosas como estas suceden.

- ¿Y que debería hacer? - Preguntó, rogandome con la mirada que le respondiese.

- Pues.. - Comencé, pero ella me interrumpió.

- Maldita sea, me estoy convirtiendo en una niñata cursi - Espetó.

Inmediatamente un escalofrío recorrió toda mi espalda, y estaba segura de que ella lo habia sentido también.

- ¿Lo sentiste? - Quise saber.

- Pues claro - Respondió sin titubeos.

- Nunca mas repitas eso - Mis labios formaron una fina linea - ¿Esta bien?

- Pues claro que no - En su tono de voz pude detectar obviedad y sinceridad.

- Y con respecto a lo otro - Suspire - vamos, chica, tienes que conseguirlo.

Tenia ganas de remarcarle el hecho de que era Trevor, mi sobrino menor. Pero no quería agregarle mas carga a la que llevaba. Ya era demasiado, por lo menos durante un año, que aceptara tener celos.

Ella sonrió, y sentí como todo su cuerpo se relajaba sacándose un peso de encima. Ella buscaba mi aprobación.

Y, maldición, no hacía falta; pero claro que la tenía.

(...)

Bromeando y hablando de cosas triviales, como si fuéramos unas crías de primer año, llegamos a mi casa. No sabia de donde habíamos sacado tanto tema, estúpido debo decir, de conversación.

Somos FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora