Copa De Vino. ''ᶜᵘᵃᵗʳᵒ''

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Jonathan:
Recta cariño, que se noté el porte elegante de nuestro apellido.

Montserrat:
Si como no, por favor padre, somos más humildes que Cepillín. Comíamos frijoles y apenas sé lo que es una copa de vino tinto.

Jonathan:
Ya lo sé mi vida, solo estaba burlándome de todos estos...señores y señoras tan...prestigiosos. —noten el sarcasmo de este varón.

Montserrat:
Aún no sé cómo aceptaste trabajar con esta gente. ¿Sabes que van a desviar dinero? No te arriesgues a estos trueques.

Jonathan:
Venimos a platicar y a socializar un poco mi pequeña hija de mi corazón. Veamos. —la tomó de los hombros arreglando su cabello, fingió lamer su palma para pasarla por su cabello y peinarla. —Ahora sí, toda chula que te vez mija.

Pasadas unas horas dónde su padre la presentó a muchas personas de grandes empresas y hablaron de negocios y sabe cuántas más que la fémina no entendió ni "jota", llegó la hora de degustar el banquete que se ha preparado para la ocasión.

Montserrat:
Esto se ve...asquerosamente ingerible. Mejor vamos por unos taquitos. —susurró hija a padre y ambos rieron mirando la comida enfrente de ellos. —Nunca he comido esto, ya hasta me dió askita pa'.

Su padre le explicó lo poco que sabía sobre el uso de cada utensilio en la mesa, para qué era cada cuchara y tenedor e incluso las copas.

Ni que las cosas supieran diferente con cada cuchara, tenedor y copa. ¡¡Es lo mismo si lo comen con una sola cosa!! Pensó la jóven memorizando y guardando esa información en su cerebro.



Casi al final de la noche. Pidió permiso a los elegantes varones y se retiró hacia el jardín de esa residencia. Se sentía abrumada, hace poco más de 8 meses su vida había cambiado en muchos aspectos.

De dormir en una cama individual y colchón viejo, pasó a dormir en una gran cama llena de seda y comodidad.

De comer frijoles con huevito, pasó a comer un sin fin de platillos que no sabía que existían.

De comer con una cuchara, pasó a comer cada preparación con una cuchara y tenedor distintos.

Y eso no le estaba gustando. Extrañaba las noches de películas con su padre, las cenas en aquella mesa tan pequeña, los desayunos rápidos, padre e hija apurados por llegar y alcanzar al camión.

Esa vida de lujos lo sentía como algo ajeno y para ella todo lo que tenía era inecesario. Ese nuevo estilo de vida no le gustaba para nada.

°×°:
No imagino lo que tiene tan pensante a una señorita como usted, señorita. —ella volteó a su izquierda y sonrió hacia el chico quién le tendía una copa de vino. —No la había visto por aquí.

Montserrat:
Mi padre es nuevo socio de la empresa de la familia Im. Es la primera vez que yo vengo a este tipo de cosas.

°×°:
Entiendo...¿No se sintió agusto en la fiesta? ¿Hubo algo que la incomodó?

Montserrat:
Sinceramente...todo. No soy de este tipo de vida y clase social.

°×°:
Alguna vez estás personas también fueron como tú y como yo. Pero eso no significa que no podamos aprender.

Montserrat:
Es tan absurda esta parte de la sociedad. No pueden comer con una cuchara, con un vaso cualquiera, no pueden comer algo más normal. Vaya, hasta para vestirse son delicados.

°×°:
Estamos hablando de imágen y eso conlleva a la reputación. Y lo que usted dice sobre los utensilios tiene que ver mucho con la educación y la elegancia. Un empresario exitoso es eso.

Montserrat:
Si bueno, todavía lo creo inecesario y algo muy estúpido. Ese tipo de cosas hacen que la gente se haga egoísta, prepotente y arrogante.

°×°:
¿Cómo así?

Montserrat:
Con todos estos estándares de clase social, educación, imagen, esas cosas, están alimentando estereotipos a los demás. Una persona rica puede comer con muchos utensilios pero una pobre no. Una persona rica es respetable por su supuesta imagen, pero al pobre lo tachan de delicuente cuando estoy casi segura que las personas que están ahí dentro han robado más.

°×°:
Pues bueno eso no lo sé. Lo que sí, es que debería aprender a conocer a las personas señorita...dígame su nombre, por favor.

Montserrat:
Oh, cierto. Montserrat Jones, para servirte a ti y a dios.

°×°:
Un gusto, soy Im Changkyun. —se quedó congelada viendo con vergüenza al joven. La copa en su mano cayó al suelo derramando su contenido por el césped finamente cortado.

Montserrat:
Ay que burra. Yo...este...lo...lo siento mucho yo no quería pero es que yo no sabía que tú y pues yo con mi bocota...perdóname. —él ríe leve y sonrojado por lo tierna que le parecía la chica y resta importancia haciendo un movimiento con su mano.

Changkyun:
Lo entiendo no te preocupes. Hagamos que nunca pasó y dame la oportunidad de invitarte una copa y así...platicamos más y eso.

Montserrat:
Arre, digo, sería un gusto jóven Im.

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#PSMDLGR

🍷One Shots🍷-𝑰𝒎 𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒌𝒚𝒖𝒏. (CANCELADA HASTA NUEVO AVISO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora