Capitulo único

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A plena oscuridad, de rodillas, con mis brazos extendidos y atados con unas cadenas a las paredes de ese cuarto, no, calabozo... Cabizbajo, esperando y dejando pasar el tiempo.

Cierto día, una de las cadenas se suelta de la pared, dejándome casi libre, pero no me muevo en absoluto, abro los ojos, pero no me sirve de nada, está todo oscuro. Luego, se suelta la otra cadena...
"Qué raro, algo debería de estar pasando." de la nada recobro mi energía, no es suficiente como para utilizar los elementos, pero la suficiente para luchar cuerpo a cuerpo.

"Estas cadenas..., las podría utilizar" las agarro preparándome para luchar, no veo nada, pero infiero que hay tres guardias, probablemente 2 se dirijan hacia mí y 1 se quede en la puerta. Así mismo fue, y aprovecho la oportunidad. 3 guardias armados hasta los dientes, 2 pesadas cadenas, 1 sola salida, y cero visibilidad...

"Tengo que utilizar mis destrezas, mis habilidades" es eso, me acuerdo de lo que me dijo el viejo... "Para luchar en la oscuridad debes utilizar algo más que los ojos" es un viejo sabio, y un gran maestro. De vuelta al tema... "¡¡¡ Estos malditos mercenarios, piratas, gusanos, cucarachas, insectos, parasitos, plagas!!! ¡¡¡ Los aniquilaré !!!"

Luchando por mi libertad, exterminando a todo aquel que me detenga, pobre de el que lo intente, al final lo consigo, después de tanto tiempo, no se cuanto, y después de tanto esfuerzo y lucha, lo consigo, la libertad; después de todo, los aniquilé...

"¡Aaahhh! Libre, y.... ¿¿Con hambre??" ¡Tengo hambre! Fue lo primero que me vino a la mente cuando salí de esa prisión, no, Calabozo. "Buscaré donde ir a comer algo, pero no sé a donde" Me adentro en los oscuros bosques, hacia las montañas para conseguir mejor vista y, ver si hay una villa cercana.

Alcanzo a ver 2 villas, una está a par de millas, pero la otra está como a tres días de aquí, en fin, voy a la más cerca de mí.

(En la dicha villa)

"Waoh! Esta villa es muy grande y limpia, creo que me quedaré aquí"

Hola, soy un aventurero, pero no cualquier aventurero, soy un aventurero con destrezas de supervivencia y combate, altamente entrenado y peligro si me provocan, pero soy muy pasivo, y lo mas importante.... No tengo nombre!

Cuando era bebé, estuve en medio de una invasión, la cual cobró la vida de mis padres y junto a ellos la de la villa entera.

Pero eso no es todo, cuando la batalla finalizó, yo estaba en una canasta arropado de pies a cabeza con una sabana bien fina y caliente, y un señor, que iba pasando por los escombros de las casas y viviendas, me escuchó llorando y me recogió, él me crió, me cuidó y me entrenó hasta ser quien soy ahora.

Pero él decidió no llamarme por ningún nombre, él me dijo que en un futuro obtendré mi nombre, no sé a lo que se refería, pero creo que es muy tarde como para preguntarle, el ya se fue al otro lado...

De regreso a la actualidad...

Ando explorando esta increíble villa que es sumamente enorme! Definitivamente me quedaré aquí! Hay de todo! Hay comida, hay dinero, hay tabernas, hay tiendas de armas, hay mujeres hermosas, ¡¡DE TODO!!

De repente una voz agotada de un anciano, con un tono muy bajo me habla, y me dice: "Oye, jovencito, ¿usted no es de por aquí verdad?" y le contesto que no, que porqué preguntaba, y me responde: "Es que llevas esas cadenas atadas a tus muñecas, y, jamás te he visto por aquí"

Mantuvimos una conversación bastante larga, le conté mi historia, y el porqué lo de las cadenas, le pregunté donde estaba localizado y qué día era, hasta incluso me invitó a tomar una taza de té en un bar, ¿¿EN ÚN BAR??

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