Capitulo 3 El borracho

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Salieron del vestuario y llevaron el cadáver arrastrándolo al almacén donde estaba el otro cadáver. Salieron del almacén y conversaron. 

Bueno, yo voy a la cafetería estoy muy cansado.- dijo Peio J

Yo tambien.- se unio Peio P.

Pues yo me quedaré limpiando la sangre del cadáver, que hay demasiada.- contesto Oier

Vale, adiós- dijeron Peio J y Peio P.

Bueno, yo tomare un cafe, ¿y tu que?- dijo Peio J.

Yo un trago de Kalimotxo.- contesto Peio P.

Vale, pero no tomes demasiado eeee.- dijo Peio J con tono vacilón.

Pasaron 3 horas en el bar y volvieron por el pasillo oscuro. Peio P iba borracho y no podía sostenerse en pie.

Peio, cuidado, no puedes ir solo.- dijo Peio J antes de agarrarle.

Déjame en paz mocoso.- dijo Peio P que iba borracho soltandose y empujando a Peio J contra la pared.

En ese instante las luces que no iban se encendieron y se apagaron. Los 2 detectives siguieron caminando hasta que una ducha del vestuario se encendió.

Peio, quédate aquí, ahora vengo.- dijo Peio J dejando a Peio P en el suelo sentado.

No, no vuelvas.- contesto Peio P

Peio J se estaba dirigiendo hacia el vestuario y no encontró a nadie. La ducha se había encendido sola y sin motivos. Peio J sabía que no era por casualidad ni por un fallo, alguien la había encendido a propósito. De repente se escuchó un golpe, como si alguien estuviera corriendo y Peio J se alarmó. Volvió a donde Peio P pero no estaba vivo. Peio P estaba atravesado por un cuchillo largo y afilado. Peio J se tocó el gorro, que por cierto era de Unax y pensó en quién podía ser el asesino.

Ya se quien a sido.- dijo Peio J cogiendo el cuchillo y corriendo subiendo las escaleras.


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