Capítulo 4

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Apretó el saco contra sus hombros mientras miraba con escrutinio el interior del departamento.

-Ponte cómodo- dijo Chris. Cerró la puerta a su espalda y cruzó la sala de estar -voy a traer la cena. - y desapareció de su vista.
El departamento tenía un estilo industrial, con las paredes de ladrillo y los muebles de madera y hierro. A Hyunjin le pareció de lo más cómoda la mesa ratona que estaba entre el televisor y el sofá de cuero negro, así que fue hasta ahí y se acomodó en uno de los almohadones peludos que desprendían olor a incienso.

-¿Minimalista?- alzó la voz para que Chris lo escuchara desde la cocina. Al segundo, tenía al hombre dejando una bandeja con platos humeantes sobre la pequeña mesa.

-Félix está durmiendo- dijo Chris mientras se limpiaba las manos con un trapo de cocina- procura no hacer demasiado ruido.
Hyunjin asintió y partió los palillos para empezar a comer. No sabía quién era Félix, y tampoco sabía por qué su jefe le resultaba tan comestible con un delantal de pollitos. Procuró no divagar sobre ninguno de los dos temas.
Era la primera vez en meses que comía con alguien. Hyunjin creía que era una perdida de tiempo y dinero sentarse a conocer a alguien. Por ahora, solo buscaba tener resultados en su trabajo. Prefería aferrarse a Christopher, cuya mente, había descubierto, iba a la par suya.

-Entonces, Seungmin se sentirá acorralado y soltará algo. No queremos que Lee se entere- Bang dejó de hablar y se cubrió la boca. Hyunjin pudo deducir por la cazuela vacía que su jefe estaba lleno. Murmuró una leve disculpa. - deberías invitarlo al bar que está a la vuelta. Le pides un taxi y vienes directo para acá.
-¿Cómo sabes que aceptará ir conmigo a un bar?
-Mañana se te ocurrirá algo. 
Hwang no sabía qué era ese algo del que Christopher hablaba, su relación con Kim de finanzas no era de las mejores. El chico era de los que llegaba quince minutos antes del horario de entrada, siempre con dos frappuccinos: uno lo bebía en esos quince minutos en tanto organizaba su horario y el otro se lo daba al primer empleado que cruzara la puerta detrás suyo. Hyunjin jamás tendría uno de esos frappuccinos.

Ya pasadas las once, Chris levantó la mesa y acomodó el desorden de la cocina. Chris le dijo que su compañero era quien había preparado el Tteokbokki.
Hyunjin se había imaginado que para esa hora al menos habría visto a su jefe con dos copas encima. Sabía que pensar en su habitación era pasarse de la raya, por más atributos que el hombre pareciera tener. Pero hacía tanto que no se acostaba con alguien que su mente empezaba a divagar. 

-... a normal talk with him. – Hyunjin escuchó a Chris susurrar algo en inglés, hacia unos segundos se había disculpado para ir al baño. Hyunjin ya terminando de secar la mesada que se había dispuesto a limpiar, escuchó otra voz. Sonó como un gruñido somnoliento. Gnight.
Hwang estaba seguro de lo que eso significaba, pero al volver a la sala solo encontró a Chris preparado para despedirlo y el eco de una puerta cerrarse.

-Recuerda no hablar conmigo mañana. – dijo Chris. Hyunjin asintió y lo siguió al porche. Su jefe le había pedido un taxi. - ¿Me has escuchado?
-Que sí. 

El frío no se había disipado y eso molestó al joven, solo quería el saco de Chris devuelta. Sin pensarlo demasiado, dio un vistazo al auto que estaba parado en la calle y entró de prisa a la casa. Cuando salió, su jefe le lanzó una mirada inquisitiva. Pareció no molestarse cuando vio su saco sobre los hombros de Hyunjin, en cambio, abrió la puerta del auto como todo un caballero y murmuró buenas noches. 

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