Reencarnación.

Parte única.

Kohaku corría por los grandes árboles, que rodeaban a la aldea para ver lo que nunca se imaginar, a Senku a punto de morir.

-¡¡SENKU!! - Las lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Kohaku-chan... -Gen la detuvo pero Fue imposible con su fuerza de amazona.

-Por favor Senku, tú... Puedes con ésto y más... -Todos en la aldea rodeaban la escena que estaba pasando en este momento.

Todos sabían cuál era el motivo de ésto, Stanley Snyder después de ser despetrificado cobró venganza de lo que pasó hace tiempo huyendo junto al Dr. Xeno y su equipo.

-Kohaku... -Entre lazo sus dedos con los de ella- Cuida bien a Byakuya, lamento...

-¡NO LO DIGAS IDIOTA! - Se escuchó su gritó- El arma petrificadora te salvará lo sé... Yo... Taiju ve por ella.

Fue silenciada por él, sus lágrimas rodaron al saber que llegaba el momento menos esperado para ella. Se aferró a él, lo vio directamente a sus ojos carmesí viendo que ellos estaban perdiendo su brillo.

-Ya es tarde Kohaku... He perdido mucha sangre, no podemos oponernos a la muerte, este es mi... Pecado por todo lo que hice- Rodaba una lágrima, está era su despedida.

-Te amo Senku- Se acercó a él para plantarle un último beso llenó de amor y despedirse del único hombre que amo durante todo este tiempo, también le había regalado la dicha de ser mamá.

-Te amo Leona... -Soltó su último suspiro mientras limpiaba una lágrima que se escapó por su mejilla derecha, el último toque de calidez que sentiría, antes de verlo partir.

Senku murió en brazos de su esposa, alrededor de sus amigos y los descendientes de su padre y amigos. Kohaku pasó los siguientes días en casa de su hermana Ruri, con la compañía de su padre, Chrome y el pequeño Byakuya.

El pequeño Byakuya tenía 1 año, era la copia exacta de su padre, no sabía nada y no recordaría a su padre en lo que pasará de vida. Pero Kohaku con el dolor de su corazón, siguió adelante.

-Kohaku, hicimos algo para Senku- Era Taiju quién la guiaba a una habitación de la casa de ella- En el mundo moderno, era tradición hacer un gran altar, pusimos todo lo que le gustaba a Senku y así no lo olvidarás.

-Gracias Taiju, Yuzuriha... -Las lágrimas rodaban por sus ojos- Se que han hecho un gran esfuerzo por Byakuya y por mí... Pero... -Se abrazó a Taiju para llorar.

-Se que es doloroso para ella, pero tu alma ya cumplió las 12 vidas- Un hombre de avanzada edad, cabello canoso y piel tés blanca le mostraba la vida en la tierra con una nube.

-Aún no puedo creer que existas Dios, según mis estudios científicos, ésto era un total mito- Se rascaba el oído con indiferencia, luego veía a la nube que daba la imágen de Kohaku viendo una foto que tenía a lado de ella- ¿Hasta cuando reencarnare?

-Tiene que pasar un proceso de 1,000 años, para que tu alma pueda ser renovada- Lo miraba algo serio.

-En ese tiempo volveré a verlos- Trataba de tocar la nube, pero se desvaneció.

-Te aseguró qué si, tu y ella están hechos para estar juntos- Tocaba su hombro en señal de consuelo.

Por otra parte habían pasado más de 20 años desde la muerte de Senku, Byakuya con 21 años de edad, era la misma complexión de su padre.

-Byakuya- Kohaku lo llamaba, ella se veía muy pálida, desde que falleció su esposo se descuidó mucho en su salud y ahora tenía principios de leucemia.