- amigo deja de mirar a las chicas y préstame atención. - dijo Kartal cansado de que su amigo lo ignore.
- es que no sabía que las Américas eran tan bellas amigo, esto es grandioso.
- si es verdad, pero recuerda.
- estoy casado. - dijeron los dos a la misma vez.
- sólo haz dicho eso desde que llegamos a aquí.
Este no dejo que su amigo respondieran, se levantó de la silla y se acercó a una chica.
- Selam Aşkim. ( Hola mi amor ) - dijo con una sonrisa coqueta.
- What? - le preguntó confundida.
- a por Dios verdad, como se me olvidó que habla inglés. - dijo en voz alta.
- Hello Maria. - dijo una pelinegra de tez blanca, con hermosos ojos.
- Hi Sibel, how are you? - respondió la chica y el chico estaba confundido.
- Good and you?
- Good, trank you.
- ayy Dios mio pero que belleza. -dijo mirando a Sibel, las dos voltearon a verlo. - ahora como me deshago de está.
- Si quieres yo puedo traducirle. - dijo Sibel.
- no, que! hablas turco?
- Aptal. ( Idiota )
Después de eso las chicas se fueron y el chico volvió donde su amigo.
- Emre mira lo que te pasó por estúpido.
- lo se amigo, pero viste que belleza.
- si la vi, es muy bella pero su carácter.
- y es carácter la hace mucho más bella.
- ya vámonos.
Los amigo empezaron a caminar se encontraban en una plaza hasta que entraron en una tienda de pinturas muy bellas.
- Señora quiero comprar éste. - dijo señalando un cuadro muy hermoso de colores cálidos.
- deme un momento. - dijo la mujer que se veía que estaba enferma se estrujaba la nariz con un pañuelo.
- No se porque se pone a trabajar estando enferma, quiere regar sus baterías por todas partes. - dijo Emre en turco haciendo que la señora dejara de hacer lo que esta haciendo.
- amigo por Dios no digas eso.
- no déjelo que lo diga, que maleducado. - dijo la señora.
- que, acaso todo el mundo en este maldito pais habla turco.
- señora por favor discúlpelo. - dijo Kartal.
En ese momento entro una chica a la tienda.
- Mama ya volví. - cuando miro a los hombres. - pero que demonios hacen usted aquí? - dijo apuntando a Emre de una manera amenazante.
- Hee yo no sabia que era tu madre.
- mama este hombre te hizo algo.
- me insulto hija me dijo que no debería trabajar enferma que le pegaría mis bacterias.
- es que no debería trabajar enferma.
- esa a ti que te importa. - grito.
- bueno si me permiten.- hablo por fin Kartal.- creo que esta vez mi amigo tiene razón aun que no lo dijo de manera educada, tu madre no debería trabajar así.
- yo no les pedí consejo a ninguno de los dos, así que fuera de aquí. - grito y los empujo hasta la puerta.
- Wow esta mujer se nota que es Turca. - dijo Emre.
- si tiene que ser del Mar negro o de Adana.
- ella es puro fuego amigo. - dijo Emre haciendo reí a Kartal.
- si, si ya vámonos al hotel ya fueron muchas emociones por hoy.
- Mamá te dije que te quedarás descansando. - dijo Sibel enojada.
- como quieres que me quede tranquila, además solo estaban esos chicos.
- si como digas ven te llevaré a casa.
Sibel salió junto a su madre la señora Sila la dejó en casa y volvió a su trabajo tenía muchos encargos.
Llegó se sentó a pintar, pintó un lindo paisaje de Adana, quería mucho ir, la última vez que fué era una niña.
Se hiso de noche y no quiso dejar más tiempo a solas a su mamá, decidió ir a casa, cerró el local y se marchó.
Para llegar más rápido decidió coger un atajo pero una llanta de su moto se pinchó así que decidió bajarse y caminar con ella.
- Hola, que haces por aquí tan sola? - dijo un hombre que no conocía.
- déjame no te conozco. - empezó a caminar apresuradamente.
- adónde crees que vas? - le puso uno navaja en el cuello. - dame todo lo que tienes.
- suéltame idiota no tengo nada.
- Suéltala. - se escuchó decir para que después se escuche un disparo.
Sibel aprovechó la distracción y se escapó del agarré de aquel hombre y se puso detrás del que había disparado.
- y tú quien diablos crees que eres?
- eso no te interesa así que ya lárgate sino quieres que te dispare en la cabeza.
El hombre se fue corriendo.
- que haces tu aquí? - dijo Sibel.
- por lo menos di gracias.
- eso no fue lo que pregunte.
- bueno estaba caminado y me perdí.
- como es que tienes una arma he?
- soy policía.
- bueno entiendo, si quieres puedo guiarte. - le propuso Sibel a pesar de todo el la había salvado.
- muchas gracias.
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EL HILO DE ALGODÓN
RomanceKartal es un hombre de Turquía que fue a Estados Unidos por negocios sin saber que allí encontrara el amor.