Levanté la cara lentamente, quizá podía tratarse de un juego de mi mente como la vez anterior. Pasé saliva y al girar mi cuello completamente hacia la derecha mis ojos se toparon con su mirada color avellana, el desconocido estaba justo ahí, parado al lado de mi novio con su gran sonrisa en el rostro y yo sentí que todo me daba vueltas. Taehyung me extendió la mano y gracias a eso pude ponerme de pie torpemente.
– Cariño, te presento a Kim YuGyeom , uno de los inversionistas más jóvenes y exitosos del país – su mirada estaba clavada en mí sin inmutarse en lo absoluto – él es Jungkook, guapo, inteligente y talentosísimo hombre del mundo de la publicidad y, lo mejor, es el dueño de mis quincenas – bromeó Taehyung mientras me abrazaba sosteniéndome de un hombro y yo me sentía desfallecer –
– Mucho gusto – dijo en tono neutral y me extendió la mano –
Pero yo no quería estrechársela, ya conocía los efectos en mí cuando me tocaba, aunque esta situación era completamente diferente, pero no quería arriesgarme, ni siquiera podía hablar por el enorme estado de shock en el que me encontraba. Sentía mis rodillas temblar y un sudor recorrer mi cuerpo, si no fuera porque tenía a Taehyung sujetado de la cintura ya me hubiera desvanecido. No entendía como él podía estar como si nada, como si en verdad fuera la primera vez que me veía en su vida.
Deseé tener la misma fortaleza o desfachatez, no sabía cómo calificar su actitud. Tomé un fuerte respiro y apreté con la mano a Taehyung, casi enterrándole las uñas.
– Igualmente – respondí estrechándole la mano, pero la retiré con rapidez –
– Sin que me lo tomes a mal Taehyung, tienes un novio muy lindo - ¿Cómo decía eso? –
– Oh, yo lo sé, gracias, además es un excelente chico. El único que me aguanta el ritmo de trabajo y casi no se queja, por eso trato de complacerlo lo más que se pueda – dijo de lo más amoroso mientras deslizaba un dedo en mi nariz –
- Sí, se ve que están muy enamorados – exclamó en un tono frío –
- ¿Te sientes bien, Jungkook? – preguntó Taehyung mirándome preocupado –
– Un poco mareado, creo que la cerveza ya se me subió , necesito refrescarme, iré al baño –
Salí prácticamente corriendo al baño y una vez adentro me recargué en la puerta y me llevé las manos a la cara, ¿por qué me pasaba eso a mí? Ahora sí que el destino me había jugado una broma demasiado macabra. De todas las posibilidades que había de encontrármelo, jamás me imaginé que fuera con mi novio y mucho menos que se conocieran, pero, ¿de dónde? Yo conocía a todos los amigos y compañeros de Taehyung, tendría que tratarse de algún cliente.
Y lo peor, era no tener la menor idea de lo que pasaba por su mente, aparte de empresario, ¿sería actor? ¿Cómo podía tener el rostro sin ninguna expresión? ¿Acaso sabría que me encontraría aquí? No, por supuesto que no, aunque conociera a Taehyung y supiera que tenía novio, no había forma de que supiera que yo era precisamente ese novio, además, no me habría llamado si hubiera sabido que estaría aquí.
Me acerqué al lavabo y dejé correr el agua, mojé mis manos y las puse en mi nuca y luego me mojé la cara. Tomé varias toallitas de papel para secarme, estaba pálido como una hoja de papel. ¿Cómo fui tan tonto para creer que ese jueguito iba a continuar por tiempo indefinido? Es tan típico que, cuando siempre te portas bien, el día que haces algo indebido te sale mal. Tocaron a la puerta y eso me hizo salir de mis pensamientos, tiré las toallitas al bote.
– Jungkook, ¿estás bien? – preguntó Taehyung del otro lado –
– Sí, todo bien –
– ¿Quieres que nos vayamos? –
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¿𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞?┊𝐊.𝐘𝐠 + 𝐉.𝐉𝐤┊
Fanfiction𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫: 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚 𝟏: 𝐍𝐨 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞𝐬 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚 𝟐: 𝐍𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚 𝟑: 𝐍𝐨 𝐥𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐞𝐟𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 Estas son las únicas indicaciones que le da el des...