𝐔 𝐍 𝐈 𝐂 𝐎

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Vomitar.

Es lo primero que siente al abrir sus ojos en la mañana. Al llegar al cuarto de baño agradece en silencio a su alfa al ver que dejo la tapa del retrete arriba, con arqueadas empieza a salir todo lo que comió el día anterior. Una, dos y más veces se arquea su cuerpo ante el esfuerzo de regresar la comida. Después de unos minutos deja de sentir de golpe las náuseas, frunce el ceño al ver todo el vómito y lleva su mano derecha para tapar su nariz del olor horrible que se generó.

Al bajar la palanca decide sentarse un momento porque ahora se siente mareado, no sabe la razón de esos malestares que está viviendo las primeras horas del día.

—Bebé... ¿Dónde estás? — Pregunto Kim al sentir el espacio vacío de la cama — ¿Está todo bien mi amor? — Frunció el ceño preocupado al no tener respuesta de su prometido. Decide levantarse de golpe de la cama para buscarlo por él mismo, estaba demasiado preocupado así que no le importo el dolor punzante que le provoco la resaca. Quería saber si su omega se encontraba bien, siguió su olor que extrañamente estaba un poco más dulce de lo usual.

Llego hasta el baño donde lo observó hincado abrazando sus piernas cuando en eso escucha unos lloriqueos leves.

— Kook — Al escucharlo el omega tensa su cuerpo, estaba tan sumergido en llorar y pensar cualquier tontería que no pudo oler a su alfa antes de que llegara ahí. — Bebé — El alfa con olor a madera se acerca al menor con pasos largos, pero lentos, lo menos que quería hacer es incomodar o sorprender a su omega. Jungkook suelta un suspiro tratando de parar con su llanto, la verdad no sabía por qué se siente de esa forma y de un momento a otro comenzó a llorar. Estaba asustando.

— Tae — Al tenerlo enfrente decide abrazarlo tan fuerte con toda la fuerza que le puede permitir sus brazos, quiere que desaparezca esa inconformidad de su cuerpo, no le gusta. Posiciona su cabeza en el hueco del cuello de su alfa y con leves movimientos comienza a inhalar el aroma del castaño; madera... Su favorito. Kim eleva la comisura de sus labios mientras corresponde el abrazo posicionando sus brazos sobre la cintura del menor. — Tengo miedo, ayúdame alfa — Con esas sencillas palabras, Taehyung supo que el que está hablando es el omega de Jungkook. Su lobo se sintió inquieto ante el miedo que podía sentir por medio del lazo, gruñendo al no saber que hacer para que su pareja destinada se sienta mejor.

Decidió mejor darle su apoyo y liberar sus feromonas envés de cuestionar a Jeon, le dio un beso corto en una de las mejillas del omega para susurrarle palabras de amor genuino.

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1 mes después

— ¡¿Cómo?! — Grito tan fuerte que Taehyung llego corriendo hacia la habitación con una escoba en sus manos y con su pantalón mal puesto.

— ¡Ahora si no te escapas de mi maldita ardilla! — Volteaba por todas partes de la habitación buscando la mentada ardilla, pero después de unos segundos se da cuenta de que una vez más llego tarde para poder capturarla.

— ¿Qué haces? — Ante su pregunta el alfa dirige su mirada hacia su pareja que lo mira entre confundido y enojado.

— Gritaste y pensé que la ardilla había vuelto — Hizo un pequeño puchero, ya que su omega con esa miraba lo hacía sentir un poco pequeño.

Jungkook solo soltó un suspiro rendido ante la anterior acción del mayor, decidió que lo mejor era tranquilizarse y dejar ese tema... Por ahora. Volvió a dirigir su mirada hacia el espejo que tiene enfrente y sin poder evitarlo sus ojos se cristalizan al ver cada vez su cuerpo más relleno. No sabe por qué razón, casi ni come, ya que no quiere vomitar y eso es lo más extraño; no come tanto como antes, sin embargo, al parecer está más hinchado que antes.

Muéstrame la pancita ও TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora