Unas Palabras de mi parte [dabihawks]

Solo unos pensamientos

Alguna vez pensé que la vida era una perra caprichosa, que las casualidades no existen y todo es un plan maquiavélico en contra nuestra. Era un crío en ese entonces, buscando una explicación a todo lo malo que me sucedía. «¿Por qué yo?» me hice esa pregunta varias veces, encerrado en mi habitación amargándome la existencia.

A mí alrededor solo alcanzaba a ver los esfuerzos de mi padre, los trastornos de mi madre y los temores de mis hermanos. Eso conformó mi desgraciada niñez. Pensé en ello con regularidad subestimando a los demás, pues ellos solo lloraban y se consumían en sus errores. Me repetí «que injusticia, ¿por qué mi familia es esta?» lo repetí sin incluirme, porque yo no era el problema.

Solo volverlo a pensar se me hace cómico; sin embargo, no me arrepiento de haberlo pensado, prefiero eso a recordarme lleno de sucias lágrimas inservibles, las mismas que mis hermanos soltaban con frecuencia. A ellos, a mis tan queridos hermanos menores, solo les tengo una única enseñanza: Sean egoístas. No lean un libro de autoayuda donde desde el primer capítulo ya te repiten cuatro veces que eres la razón de tu infelicidad, y ellos llegaron para ser tus salvadores y ayudarte. Quemen esos libros, por favor.

Aprendan a saber cuando ser egoístas.

Yo no pienso decir la respuesta, que cada uno lo aprenda en el camino, así también aprenden de sus errores... aunque nosotros ya cometimos varios, ¿verdad?

Errores... creo que nuestra familia es uno, uno muy grande y jodido. Las noticias ahora lo saben también y lo repiten cada que pueden, hablan de nosotros creyendo saber más de lo que nosotros creímos alguna vez. Bueno, eso sucede cuando entregas la información correcta. También estoy yo, que les di el titular en una bandeja de plata.

Sí, sigo creyendo que fue divertido, uno de mis espectáculos, y lo volvería a repetir unas cuantas veces más si tuviese la oportunidad, solo para revivir los rostros de Enji y Shoto. Sus caras pasmadas, ¡atónitos por mí! Creyéndome un muerto que acababa de salir de la tumba. Aunque yo sentí que volví a nacer ese día.

Pensando en nacer, a mi madre que menosprecié y creí débil le tengo unas palabras también: «Tan bella y tan frágil, una flor que ha perdido sus espinas y puede ser arrancada con facilidad» pudo haberse esforzado más, tardó demasiado en crear su fuerza. Al menos ahora que lo consiguió, espero que la conserve y no se derrumbe ante la mínima dificultad. Aunque no me retracto de mis palabras, son una verdad para mí y eso no cambiará.

Por cierto, suelo equivocarme muy poco cuando afirmo saber algo a futuro.

Sin embargo, en el pasado tal vez me desquité con ella porque me vi reflejado en su rostro, en su persona. Ambos fuimos ignorados por Enji. Ah... Enji, mi padre, Endeavor o una de las personas que más quiero, pues a un padre hay que quererlo y respetarlo, hay que estar orgulloso de este y sentirse afortunado de ser su hijo... Puras patrañas sentimentales, nuestro concepto de familia está tan distorsionado para creer que Enji Todoroki merece ser llamado padre solo porque esparció sus espermatozoides; alguien dígale esto a mi querida hermana.

Pero no miento cuando digo que quiero a Enji, realmente lo hago. Deseo tantas cosas para él, yo mismo lo llevé hasta la cima, le di los vítores de la sociedad e hice que las miradas estuvieran puestas en él. De ser posible haría que lo idolatren. Entonces estaría ahí, a su lado, aplaudiendo al apreciar su anhelante caída; aunque eso ocurre ahora mismo jajajaja. Mis perdones a Enji, pero mi cariño alberga tanto para él, todo lo bueno, tantas preciosas cosas, ¡solo lo mejor! Para poder estamparle sus errores en la cara, la más mísera equivocación la llevaré hasta la cima y la exhibiré ante todos para que puedan verlo por completo.

Te quiero, padre mío, y por eso no tengo palabras para ti. Dije todo en esa grabación y ahora ya no puedo ser más feliz. Mi pecho se siente liviano luego de reír desenfrenado observando su rostro estupefacto ante mis palabras. Si nos volvemos a ver, solo quiero estar pisando su tumba en ese entonces. Tal vez un último abrazo, un beso de buenas noches, oh, y por supuesto, solo una pequeña muestra del fuego que me otorgó, solo una pequeña flama para que lo acompañe en sus días en el infierno. Adornando la mejilla que bese y restaurando un poco de color a su demacrado y pálido rostro; aún en la muerte una parte de mí seguirá a su lado, así puede seguir recordando a su hijo muerto.