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Era una hermosa tarde del domingo, las aves entonaban su melodía mientras volaban por el cielo cómo si de un juego se tratará, la brisa soplaba muy calmadamente y el vecindario de Osbih se encontraba repleto de personas que casualmente pasarían su día charlando o echando algunas bromas.

Pero para Leticia era un día normal cómo cualquier otro, ya que prefería quedarse en casa a leer su libro favorito llamado ‘Enséñame a vivir’ el cual le fascinaba porque la trama es muy interesante la conexión entre los protagonistas, el drama, el amor, todo se sentía muy mágico cuándo se adentraba en las páginas. A pesar de haberlo leído más de diez veces no se perdía esa llama que se encendía al leerlo.

—Porque si Harold y Emma se quedaron juntos, no pudieron hacerlo Estela y Jhonny es tan injusto de verdad, si yo fuera la escritora hubiera elegido que estuviesen juntos— Comentaba para ella misma mientras daba un suspiro cargado de tristeza por su pareja literaria no canónica lamentándose a su vez.

Pasa a la siguiente página del libro para concentrarse mientras escucha el sonido de la puerta de su habitación para así desviar la mirada y dedicarle una sonrisa a su visitante.

Era Rachelle Thompson su mejor amiga de la infancia y actualmente, una hermosa chica con una personalidad alocada y rebelde, pero a su vez cariñosa y tontita en algunos aspectos.

—¿Leti Leti otra vez tú leyendo ese libro, dónde sabes que a la final Estela debió morir para proteger a Jhonny de que no fuera despedazado por esos caníbales?— Le preguntaba a su amiga por la respuesta tan obvia que dió mientras cerraba la puerta y se sentará en la cama para alborotar el cabello de Leticia.

—Ash si Shelly pero es que por más trágico que sea aún así me encanta y deberías de saber lo muy bueno que es— Expresaba mientras acomoda su cabello y sus lentes que se le resbalaron un poco.

—No te lo puedo negar Leti, si tú me obligaste a leerlo cómo dos veces y ahora no se me sale de las cabeza— Mira a la susodicha con cara de pocos amigos mientras estallan a carcajadas al final.

Rachelle era una chica hermosa, cabellos negros que llegaban hasta su hombros eran ondulados, sus ojos color negro azabache, una figura esbelta pero con una cintura pequeña y caderas finas. Su piel de un tono trigueña que la hacía resaltar más, pues ella y Leticia eran amigas desde la infancia ya que una vivía al frente de la otra y conectaron muy bien hasta el sol de hoy han sido inseparables.

—Oye Leti te enteraste ¿Que habrá una feria a las afueras de Osbih el martes por la tarde?, dicen que será la mejor de está primavera, por obvias razones: muchachos lindos, buena música, bebidas, y muchas atracciones— Suspira levemente para hacer una pausa y seguir hablando.— Vamos tenemos que ir, así podrás distraerte más además irán Santi y Hugo sabes que si esos dos quedan solos causarán un caos—.

—Bueno no lo sé Shelly pero lo pensaré yo te estaré avisando— Con una sonrisa ladina la miraba—Ojo pero no prometo nada,— Termina de decir mientras guarda su libro en su colección.

—Tengo mis planes para hacer que vayas nena, así que sólo espéralo— Decía con una voz victoriosa mientras frotaba sus manos cómo si fuera a hacer una travesura cual niño pequeño—Solo vine a saludar Leti aún debo hacer mis planes, y comprar vestimenta, todo pasa rápido chao—.

No se fue sin antes darle un beso en la mejilla a su amiga y despedirse la de señora Verónica Porter, madre de Leticia, la cual se encontraba haciendo los últimos quehaceres de la casa.

—A veces me logra a dar un poco de miedo— Se comentaba mientras fingía un pequeño escalofrío y saldría de la habitación, para bajar las escaleras y divisar a su madre en el sofá.

Biblioteca De Los DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora