Era una fresca mañana de abril. Una joven castaña caminaba con prisa hacia la parada de autobús. Se encontraba bastante retrasada y debía llegar a tiempo para presentar un examen muy importante, ya que de eso dependía su futuro.
Si no hubiese insistido tanto... se lamentaba. Rápidamente venía a su mente la imagen de su padrastro ordenándole sin una pizca de consideración que fuese a comprarle otra botella para embriagarse, justo cuando ella se disponía a salir.
"Y no tardes"... esa voz demandante, podía casi escucharla nuevamente. Esa orden fue lo que desencajo su perfecto horario. ¿Por qué siempre se comportaba así con ella? Parecía que la odiaba de alguna manera. A él no le importaba las horas que invertía estudiando, ni sus desvelos, en realidad no consideraba su esfuerzo.
Desde que su madre murió hace un par de años, ella se convirtió en la cabeza del hogar. Porque ese hombre, su padrastro, había decidido abandonarse por completo en la sala de su casa y lo único que hacía era beber. Ella debía trabajar y luchar por su sueño, sin que éste se viera afectado por su ajetreada vida.
La ausencia de su madre era algo que le dolía cada día, la extrañaba y le hacía mucha falta. Si ella estuviese a su lado todo sería más fácil, pero no podía rendirse, debía seguir adelante. Su madre se lo dijo instantes antes de morir, recordaba perfectamente como sostuvo su mano en esa suave caricia y le dijo que debía seguir luchando y cumplir su sueño de ser abogada.
Su madre siempre pensó en su futuro, a pesar de estar atravesando esa terrible enfermedad que la consumía en silencio. Ella se encargó de dejarle un respaldo para su porvenir, y gracias a esa póliza de seguro que puso a su nombre sus matrículas iniciales estaban garantizadas. Solo le restaba obtener el cupo en la universidad y de eso se encargaría hoy.
—Madre, me haces mucha falta —susurro en voz baja, justo un instante antes de llegar a la parada.
El lugar estaba completamente vacío y era entendible. Puesto que el autobús de turno seguramente ya había pasado, debía ahora esperar unos minutos más hasta que se cumpliera el turno del siguiente. A este ritmo no tendría chance de presentar. Se sentía muy ansiosa y no dejaba de caminar de un lado a otro, todo estaba saliendo mal.
De pronto un auto gris se detuvo justo al frente de la parada, ella lo reconoció de inmediato. Se trataba del auto de su buen amigo Kohaku, hacia tanto tiempo que no lo veía. El joven bajo el vidrio y le sonrió. —Hey Rin, que esperas sube —le dijo con voz suave.
Ella lo pensó por una milésima de segundo, puesto que estaba impresionada de volver a verlo. Pero luego recargo en la idea de que esta era su salvación, con suerte podría llegar a tiempo. Camino apresuradamente hasta la puerta del vehículo y subió.
—Kohaku, ¡qué sorpresa! —exclamó entusiasmada una vez estuvo adentro. —Pensé que estabas en el extranjero, la última vez que llame a tu casa eso me dijo tu madre.
—Sí, así es. Pero he regresado —dijo el chico sin quitar su sonrisa, poniendo ahora una mano en el volante para retomar el camino —Me parece que te has retrasado, ¿o me equivoco?
Rin bajo su mirada sintiéndose un poco irresponsable —Sí, pero solo ha sido por un pequeño contratiempo.
—¿Adónde vas?
—Voy a postularme para obtener un cupo en la facultad de derecho. Hoy es la presentación de la prueba —le contó a su amigo con una gran sonrisa.
—Oh, me han dicho que es una prueba difícil, ¿Dime estudiaste lo suficiente?
—Sí, llevo un par de semanas preparándome para este día. Creo que estoy lista, pero aun así me siento muy nerviosa. —confeso.
—Todo va a salir bien, ya verás —dijo su amigo mirándola ligeramente, mientras posaba su mano sobre la de ella que llevaba rato moviéndola ansiosamente, esto con la intención de calmarla y efectivamente ese contacto había funcionado.
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LA CHICA DE LA SONRISA ALEGRE | SESSHRIN
FanficRin es una joven alegre que pese a las dificultades que enfrenta en su vida no deja de sonreír y mirar hacia el futuro. Su anhelo es cumplir su sueño de ser abogada y para ello deberá hacer grandes sacrificios. Pero... su mundo cambiará drásticament...