｡⁠:ﾟ¿Lᴏ Mᴇʀᴇᴢᴄᴏ?꒰⑅⁠｡ [𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎] (𝙼𝚘𝚗𝚝𝚢 𝚇 𝙵𝚛𝚎𝚍𝚍𝚢)

El show debe continuar

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Pov: Omnisciente.

Eran las cinco de la mañana, la banda se encontraba alistándose para iniciar el día. Estaban algo somnolientos, como era normal ya que solo tenían cinco horas de sueño al día.

Sin embargo, eso no les impidió notar la ausencia de uno de sus compañeros.

— Es increíble que Bonnie no haya llegado todavía, nos vamos a retrasar por su culpa. —Chica se quejó mientras se ponía rimel en las pestañas con su espejo de mano, notándose algo irritada.

A su lado, Roxanne se encontraba aplicando un producto para su cabello, tratando de hacer que se viera lo mejor posible.

— Probablemente se quedó dormido, si es que alguien lo mantuvo despierto hasta tarde. —exhaló mientras asentía, mirando brevemente a Freddy de reojo, el cual se sonrojó por la insinuación.

— ¡No empieces! Seguramente se quedó ayudando a Vanessa hasta tarde, no todo lo que pasa es culpa mía. —farfulló, un poco molesto por las palabras de su compañera, la cual rodó los ojos mientras negaba con la cabeza.

— Bueno, te autoproclamas nuestro líder. Es tu trabajo asegurar el orden, ¿No creés? —la peliblanca contestó mientras cerraba su espejo y lo dejaba sobre uno de los tocadores de la habitación, volviéndose a mirarlo desafiantemente.

Apretando su micrófono, Freddy se levantó de dónde estaba sentado, mirando a Chica con un enojo creciente, a lo que Roxanne se apresuró a ponerse entre los dos.

Aquellas discusiones eran comunes en la mañana, principalmente por el mal sueño que solían tener todos, y también debido al hecho de que tanto Freddy como Chica eran Alfas, por lo que constantemente solían luchar por tener el control en ciertas situaciones.

Antes de que la situación escalara a más, la puerta del camerino se abrió, dejando ver la silueta de una humana rubia.

— ¡Él/Ella empezó! —exclamarón ambos Alfas al unisono, ya anticipando el regaño que les daría Vanessa por discutir tan temprano en la mañana.

Sin embargo, para su extrañeza, la rubia no hizo ninguna alusión a eso, simplemente negó con la cabeza mientras se cruzaba de brazos, mirándolos a los tres con una seriedad casi lúgubre, lo que hizo que los demás se sintieran incómodos.