mariposas blancas ‹ kooktae

〔 O1 〕

ㅤㅤㅤS I G L O   XIX

Una familia de clase media, la familia Kim, se encontraban preparándose con forme pasaba el día para estar decentes a la hora de reunirse con la exitosa familia Jeon por la tarde, a la hora del té. Era un viaje bastante largo, así que comenzaron a tratar de organizar todo muchas horas antes.

─ ¡Vamos a llegar tarde por su culpa! ¡Mamá, dile algo! ─ El de cabellos rubios lloriqueó y se quejó con un chillido cuando notó que se estaban atrasando por su hermano mayor, quien se encontraba con total tranquilidad leyendo un libro sobre los distintos tipos de flores.

─ Jimin, eres tan chillón que pareces un gallo. Estoy listo, bobito, sólo me faltan los zapatos. ─ Taehyung se levantó del sofá mientras pasaba una página del libro mientras tarareaba y danzaba de un lado para el otro, dirigiéndose a su habitación sin prestar atención a los consejos de su madre de repente.

─ ¡Deben verse presentables! El señor y la señora Jeon tienen un muy buen status, recuerden ser muy educados y nada de eructos en la mesa... Taehyung, ¡te estoy hablando a tí! ─ La mujer posicionó sus manos en sus caderas, formando un gesto de seriedad al alzar la voz hacia su hijo que ya se encontraba listo. Se acercó a él y le acomodó el cabello, recibiendo un pequeño bufido como respuesta. ─ Esta reunión es muy importante para su padre y para mi, el matrimonio podría salvarnos de esta forma de vida, sólo piensen en eso.

─ Madre, estás exagerando demas‐ ─ Dejó escapar un eructo, frotándose el pecho. ─ iado... Si un alfa busca casarse conmigo, tendrá que acostumbrarse a lo que soy. No voy a cambiar.

─ O sea que serás un dolor de cabeza hasta para tu esposo, mmj. ─ Soltó su hermano menor, acercándose igualmente a él para acomodar el pequeño escote de su vestido. Alzó la cabeza y lo miró a los ojos, regalándole una sonrisa. ─ Eres precioso, recuerdalo siempre. Cualquier persona podría quedar atónita por tu belleza, pero en verdad debes cambiar eso de los eructos, por favor.

Ambos rieron al unísono mientras se miraban en el espejo de su sala. Tae dió un gentil beso en la frente de su hermanito, y este lo abrazó con extrema dulzura, brindándole un cariño inigualable.

─ Digo lo mismo para tí, eres un ángel, Jimin... Por eso temo que te hagan daño.

En esa época, los omegas sólo eran socialmente conocidos para casarse, tener hijos y ser amas de casas, y esto obviamente a Taehyung no le gustaba para nada. Tenía pensamientos bastante fuertes acerca de la sociedad tan desigual a pesar de tener apenas veintidós años, es por eso que tomaría ventaja al intentar casarse con uno de los hijos de esta adinerada familia, se ganaría la confianza de su esposo, y así poder proponerle
proyectos educativos para gente con menor posibilidad económica. Sí, Taehyung no se iba con ningún cuento. Era el omega más terco de la faz de la tierra.

Si bien, Taehyung era el realista, Jimin sólo vivía en una maravillosa fantasía, en donde no le importaba su clase social. Su sueño desde pequeño era casarse, y vestir elegantes vestidos mientras le cocinaba para su prometido, era una idea que realmente le fascinaba y no se daría por vencido. Se produciría al máximo para poder captar la atención de al menos uno de esos dos hermanos alfas.

─ Tonto, estaré bien, sé patear donde más les duele. ─ Se justificó el más bajito, saliendo de su casa mientras reía.

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Su carruaje los dejó en aquella gigante morada con hermosas columnas de cuarzo en la entrada y un fantástico verde en sus jardines principales. La familia Jeon era conocida también por tener plantas y bosques propios, sembrados y cuidados por familias pasadas, siendo algo bastante admirable.