Un día como cualquier otro el Doctor Sasuki se encontraba en su habitación por la noche tratando de conciliar el sueño pero tristemente no podía, por su cabeza daba vueltas el mismo pensamiento una y otra vez, o bueno mejor dicho, esa persona no salía de su mente. Era su compañero de trabajo, el Doctor Peste, mas allá de verlo como un colega o un amigo cercano; lo veía con otros ojos...unos ojos de amor puro, un sentimiento que no se siente con cualquier persona. Peste tenia cierto encanto natural así como una gracia exquisita que harían caer a cualquiera ante el y con Sasuki no era la excepción. Con una ligera diferencia de edad Peste era el mayor. Aunque el menor tampoco se quedaba por detrás, poseía una excelente carisma que junto con su elegante apariencia hacían buen combo para dejar a cualquier chica derretida por el. Pero este no era el caso ya que aunque le costaba admitirlo, se sentía atraído por su colega y en este momento estaba experimentando lo que seguramente a muchos lectores les ha pasado, ese irresistible sentimiento de desear a la otra persona, confesarle tu amor y que sea correspondido. Pero toda buena sensación viene con un miedo "donde Dios elige una iglesia, el Diablo elige otra a su lado" surgiendo la incógnita de tristemente no ser correspondido y en el peor de los casos arruinar una amistad que había perdurado por meses incluso años.
Sasuki absorto en sus pensamientos, ni se había inmutado por el tono de notificación de su celular. Que para su sorpresa era aquella persona en la que había estado pensando tanto, preguntándole si podía acudir a su casa a pesar de las altas horas de la noche, esta situación hubiera seguido siendo ignorada de no ser por un estruendo que provocó un sobresalto en el doctor. El timbre de su casa estaba sonando, alterado se asomó por la ventana que tenia vista directa a la calle y ahí lo vió, frente a su puerta estaba parado su compañero, formalmente vestido como el solía acostumbrar. Impresionado, se apresuró a darse un arreglo rápido y salió a recibirlo.
-Buenas noches, espero no incomodar-dijo Peste al ver a Sasuki algo desarreglado. -No, no para nada, siempre es un gusto tenerte por aquí -respondió el otro doctor para después hacer el ademán para indicarle que podía pasar. El doctor peste dejo su bastón cerca de la puerta principal y tomó asiento en uno de los cómodos sillones mientras Sasuki iba por algunas bebidas para hacer mas ameno el encuentro. Al cabo de unos minutos se sentó junto al otro guardando una distancia aceptable -¿Que te trae por aquí a estas horas, Doc?-pregunto sin mas rodeos. -Estoy preocupado...-habló para dejar un breve silencio que fue aprovechado por Sasuki -¿Pasó algo malo Peste?¿te puedo ayudar?-preocupado esperó la respuesta de su compañero. -Estoy preocupado...por ti-soltó sin mas. Esto sorprendió a el contrario el cual lo expreso mediante su cara de intriga y asombro -últimamente te he notado distante conmigo...me preocupa que algo malo te este pasando y no podía dormir por ese pensamiento- exclamó Peste. El dueño de la casa no podía estar mas sorprendido ante esto <¿Habré sido muy obvio?> pensó Sasuki. La habitación se quedo en silencio hasta que el mas pequeño sintió unos cálidos guantes sobre su mano, bajo la mirada y pudo ver las manos de su colega sujetando las suyas.
-Sasuki, me importas demasiado porque yo...yo te amo, mas allá de una amistad-confesó el doctor. Dejando al otro pasmado y sin saber que hacer solamente se acerco lentamente al que le acababa de mostrar sus sentimientos, cuidadosamente con sus movimientos levantó su mascara de médico medieval para depositar un beso en sus labios. Un beso anhelado por ambos, un choque de emociones que nunca podrían olvidar, -Yo también te amo y por eso había estado distante...tenia miedo de que te alejaras-no termino la oración Sasuki porque ya tenía los labios del otro sobre los suyos, ahogando sus palabras en el amor que ambos compartían.
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Empezó a sentir como los dulces besos iban avanzando poco a poco hasta pasarse por su cuello donde sintió pequeñas mordidas leves al igual que sentía como la mascara rozaba su piel, de pronto sintió como los besos se alejaban de el y pudo apreciar como Peste se quitaba la parte superior de su traje, dejando a la vista su bien formado pecho -¿No te quitaras la máscara?- preguntó. -Sabes bien que un buen doctor nunca revela su identidad- después de decir esto con un tomo vacilón, se volvió a acercar a su pecho, depositando besos y lamidas hasta llegar a su torso donde empezó a lamer y morder los pezones del contrario hasta que este empezó a gemir de dolor ya que los había irritado. Siguió bajando hasta llegar al pene de este, una vez ahí le dio la vuelta y lo puso en cuatro, automáticamente Sasuki se empinó y levantó su trasero cosa que al doctor le encantó. Sin previo aviso entró en el, sintiendo como estaba apretado haciendo que el contrario se estremeciera de dolor y salieran unas pequeñas lagrimas de sus ojos pero dentro de el lo estaba disfrutando demasiado haciendo que su lado masoquista saliera a la luz, empujó sus caderas haciendo que entrara completamente y el mayor empezó a moverse cada vez mas rápido propinándole fuertes nalgadas al menor.
Las luces rojas de la habitación no hacían nada mas que agregar un perfecto entorno acorde a la ocasión, emanaba un aura de pasión combinada con cierto toque dulce de amor, como el delicado toque de un pétalo de rosa formaban una verdadera maravilla. Estaban cumpliendo el sueño que, sin ambos saberlo, compartían entre ellos.
Peste cada vez mas erecto siguió dándole una y otra vez hasta que se corrió dentro de el, soltando un grave gemido, se quedo unos segundos dentro de el y luego salió para recostarse a un lado, el contrario cayó algo cansado al sillón y observó como el otro se recostaba a su lado y aun estaba erecto. Sasuki decidió que había esperado muchas noches por este momento como para dejarlo aun excitado, se dispuso a complacerlo mas, se acerco a su pene y lo empezó a chupar, acción que sorprendió al doctor ya que no lo esperaba, inmediatamente animándolo a seguir haciéndolo hasta que empezó a sentir que se iba a venir y estiró de la cabeza al otro despegándolo de su pene, el otro pareció notar esto y se montó arriba de el volviendo a introducirse soltando otro gemido pero ahora ya no dolía tanto y entró con facilidad, comenzó a dar pequeños saltos, el otro puso sus manos en sus caderas y las fue bajando a su trasero donde le dió una nalgada y volvió sus caderas gozando de la vista que tenia de su amado saltando sobre el, completamente desnudo tal cual una obra de arte lo cual ocasionó que este se prometiera si mismo que nadie y nada mas gozaría de esa vista y el se encargaría de eso, así siguieron por unos cuantos minutos mas hasta que de nueva cuenta se volvió a venir dentro de el, cayó rendido y sin fuerzas a su lado y se recostó en el pecho del hombre al que tanto había delirado entre sus piernas.
Antes de caer dormidos, el doctor estiró su brazo para alcanzar una cobija que quedaba a los pies del sillón, con cuidado, tapó a ambos con la manta para así poder conciliar el sueño.
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50 sombras del Dr. pestee y Dr.Sasuki🥵
Romantik˜"*°•.˜"*°• 𝕯𝖎𝖘𝖈𝖑𝖆𝖎𝖒𝖊𝖗•°*"˜.•°*"˜ Esta historia esta hecha con la finalidad de entretener y tener un tono humorístico; surgida en un live en la plataforma de Tiktok donde me ofrecí a escribir esta historia. No se busca ofender a nadie ni...