El reloj marcaba las 7 p.m y hacía ya una hora que mi padre me había hecho mover el culo de mi cama, como todos los sábados, para otra de sus estúpidas reuniones con sus estúpidos socios. Aún no entendía por qué no podía tener de esas reuniones nocturnas donde se bebe whiskey y ron mientras juegan al póker hasta altas horas, allí si me divertiría.
Otra cosa que no comprendía era la razón por la cual me hacía dejar mi hermosa cama tan temprano, si al final siempre debíamos esperar a que todos llegasen para comenzar, y los idiotas de mis hermanos retrasaban todo.
Me recosté, o más bien, me derrumbe sobre el sofá a un lado del fuerte e imponente escritorio de caoba que ocupaba lugar en el centro del salón. Pasando mis manos por mi rostro intentando alejar de mi la resaca que tenía a flor de piel.
Siempre que mi padre hacia este tipo de reuniones de trabajo, no podía pegar un ojo en toda la noche. Nunca faltaba un trabajo para mí que al final me afectara en mi vida social, intima, físicamente o psicológicamente. Y es que era inevitable no pensar durante toda la noche que era lo que me esperaba el día de mañana.
Escuché los sonidos provenientes del hall de la casa y la conocida bocina del chofer de aquellos viejos arrugados que anunciaba su llegada. Me levanté de un salto y acomodé mi chaqueta, intentando lucir presentable siendo que apenas despertaba. Esperé impaciente a que todos entraran para acabar esto de una vez.
Mi padre abrió las grandes y pesadas puertas de madera para dejar pasar a ¿Cuatro? Cinco, cinco personas, un hombre que no aparentaba mas de cuarenta y tantos, tres de ellos eran fortachones guardaespaldas y luego, una chica…Esperen ¿Una chica? Si, definitivamente lo era, pero ¿Qué mierda hacia aquí una chica?
-Justin ¿Aún no llegan tus hermanos?-Preguntó mi padre con su espesa voz autoritaria, a lo cual respondí con un simple “no” mientras no quitaba mis ojos de aquella muchacha. Joder, era preciosa, iba vestida como aquellas idiotas supermodelos sin neuronas, pero se veía increíble. Supuse que era hija del socio de mi padre, pues parecía no pasar los diez y ocho años y estaba aferrado a el con una expresión en su rostro que demostraba que no quería estar aquí para nada.
- Justin ¿Eh? Tu padre me habló mucho de ti.- Saludó el árbol del cual la preciosura estaba aferrada, sonreí en respuesta y le tendí mi mano en un buen gesto de socios.- Yo soy George D’ages y ella mi hija Danaé, mucho gusto muchacho.-Danaé, bonito nombre para una bonita chica. Ella rodó sus ojos y me dedico una sonrisa bastante forzada.- ¿Te han dicho ya cual será tu trabajo, joven?- El viejo canoso seguía hablando, sin dejarme apreciar a su hija en paz ni por un momento. Me obligue a enfocarme en el trabajo, así que dejé que mi mirada vagara hasta llegar hacia mi padre, quien sonreía sabiendo en qué estado me encontraba.
-Justin, el señor D’ages es un viejo socio y recibirá mercancía de nuestra empresa para poder invertirla en Italia.-Asentí, intentando adivinar a donde quería llegar con todo esto. Mi padre maneja la más grande “empresa” (si es que se puede llamar así) secreta donde se maneja el tráfico de drogas entre Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido. Nuestra familia siempre ha tenido ese oficio desde que mis bis abuelos lo comenzaron, para pasárselo a mis abuelos y ellos a mi padre, en algún momento me tocará a mi y mis hermanos seguir con esto, pero probablemente solo sea yo el que se encargue, pues todo lo que tocan los gemelos, lo destruyen
.-Sabes cómo es esto y los peligros que se corren.-Continuó- El va a permanecer en Italia por algunas deudas que posee con hombres pesados, y después de los favores que nos ha hecho en su tiempo, necesitamos que tu le hagas uno a el.
Genial, y ahora que.
-Justin, necesito que seas quien custodie a mi hija mientras permanezca aquí los siguientes dos meses, ella es todo lo que me queda y no quiero que nada le ocurra ¿Está bien?- Exclamó George. Así que ahora sería el niñero de la preciosura mientras esté en Francia, esto se va a poner bueno.- He hablado con tu padre, y ambos coincidimos en que debería hospedarse aquí. Confío en ti muchacho.- La delgada castaña dejo escapar un chillido en cuanto escucho al padre pronunciar aquellas palabras, no pude evitar reír. Al parecer, lo que menos quería la muchachita era estar dentro de una misma casa con Justin Bieber, se nota que aún no me conoce.
-Está bien, es mi trabajo así que lo haré.-Acepte intentando disimular la diversión que recorría mi cuerpo. Serían dos meses junto a una chica cuyo nombre era Danaé y estába más buena que el infierno. Me gustaban las chicas difíciles, y ella odiaba el plan.
Mi padre nos ordenó a mi y a Danaé salir de la habitación mientras ellos terminaban de platicar sobre el trabajo que debían llevar a cabo para cobrar algunas deudas. Conduje a la pequeña señorita hacia la cocina sin dejar de mirarla un segundo, notaba el enfado en sus ojos y cada vez me divertía más.
-Y bien, dime preciosa ¿Qué tienes pensado para los siguientes mejores dos meses de tu vida?-Alardee a la vez que buscaba una cerveza en la nevera y me apoyaba sobre la mesada para observarla de arriba abajo.- Se que la pasaremos bien.-Exclamé guiñándole un ojo con cierto aire egocéntrico.
Se acercó peligrosamente a mí con una falsa sonrisa en su rostro, luciendo dispuesta a comenzar una pelea de insultos que, siendo una chica, jamás acabaría.-Escucha, pedazo de idiota. Estoy bastante encabronada como para escuchar tus jueguitos ahora, y déjame decirte que si piensas que te divertirás en estos dos meses, pues estas tremendamente equivocado.-Gruñó mirándome con desprecio, echándome la culpa de que su jodido padre la hubiera traído aquí ¿Quién carajos se creía esta muchachita para gritarme así? Actuaba como una niña rica, y yo tenía experiencia con ellas como para soportarla, pero nadie tenia el derecho de gritarme e insultarme de aquella manera.
Intente controlar mi genio y luego de ingerir al menos la mitad de mi cerveza, me enfrenté a su mal humor.- Escucha princesita, es mi casa, y aquí no se grita. Espero que te acostumbres a vivir así los próximos dos meses.-
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Ice Hater {Justin Bieber}
Fanfiction"Estoy ahogándome en el deshielo que tu provocaste"