Fue en un fin de semana caluroso, mi amiga Mily, me había invitado como chaperona a las carreras de caballos, porque tenía una cita con un chico que recién había conocido en una sala de chat.
No estaba muy convencida del todo, porque odio el calor y no le encontraba sentido ver un montón de varones locos apostando muchísimo dinero a "x" caballo, pero al final acepté.
Yo estaría en modo vigía, desde lejos, viendo que nada extraño ocurriese entre mi amiga Mily y su cita.
Llegando a las gradas, yo descansaba en unas mesas, a lo lejos veía como se divertía, el tipo parecía de dinero, le intentaba comprar su primera impresión.
Yo me pedí una cerveza fría, mientras los veía. Al paso de un rato, sentí que detrás de mí pasó alguien, voltee de reojo y vi un varón, enorme que me hizo sentir escalofríos en la espalda. Era un tipo muy atractivo, robusto, bien trabajado, pelinegros, con mirada de indiferencia y una cicatriz en la boca. Hablaba con alguien por el móvil, sobre un tema de vasijas, pensé "¿Este tipo será vendedor?" era realmente atractivo y su voz me erizaba la piel.
El se sentó en la mesa de lado mío derecho mientras comía una sopa instantánea y seguía hablando por celular. Me llamaba mucho la atención como contrastaba su cabello oscuro con su piel blanca y sus ojos claros, quería sacarle platica, pero no sabía cómo.
— Rayos! Volví a perder. — grito el hombre pelinegro, mientras se despedía de su llamada.
— Es una racha, ya vendrá la suerte — fue lo primero que se me vino a la mente para comenzar a hablarle.
El tipo robusto me miró con esos ojos de cansado con la vida y dijo — no conozco la suerte, vengo porque es un vicio, no para ganar —
Me incomodé un poco, porque sentí que mataba la conversación que apenas empezaba, pero mi yo interna quería saber su nombre, era tan misterioso.
— ¿Mucho Dinero? (¡¿pero que rayos dije?!)—
— JAJAJAJAJA, a veces, mi trabajo me permite ganar muchísimo en poco tiempo. Pero aún así, lo gasto rápido.— me respondió — No deberías beber cerveza oscura, es mejor la clara, por salud. — realmente el tipo guapo me estaba hablando o solo no tenía con quien más hablar (???
— jah. Todo en exceso es malo. Tú no deberías comer fideos instantáneos, también hace daño — le respondí.
— Verás... Yo fui bendecido con este cuerpo, literal. No me hace daño nada. — en tono retador
— ¿Que tanto es nada? — le dije
— Lo que es, mujer.
— mi nombre es — claro, lo que sea. Me interrumpió, a él parecía no importarle las presentaciones.
— ¿Y tu nombre cual es? — ni siquiera le dije el mío pero no me di cuenta hasta después.
— Fushiguro, Toji. Si me disculpas, me tengo que retirar, tengo que preparar mi "trabajo".
— Espera, ¿no tomas o algo así? Solo llegaste y viste como perdiste tu apuesta y ¿así nada más te vas?
— Así es... No soy mucho de quedarme en lugares. Aparte tengo un hijo que recoger en la guardería.
—Entiendo, algún día deberías decirme cual es tu trabajo, yo también deseo ganar mucho dinero con poco tiempo, igual y tomamos algo mientras me dices sobre eso — ya estaba algo entrada en alcohol, sentía como era algo más desinhibida, ya no me importaba si me rechazaba, yo lo que pensaba, salía de mi boca tal cual.
— Ten — me entregó una hoja con un numero celular — te aviso, puede no gustarte este trabajo, pero veremos que tanto lo digieres.
El tipo enorme se fue mientras levantaba una mano despidiéndose, sin voltear.
Mily llegó a mi mesa, llorando, yo estaba algo distraía por Toji, que no me percate sobre la cita de mi amiga.
— Me quiso meter la mano en mi vestido! — dijo Mily mientras sollozaba, con miedo y temblando. — mi cita es un total cretino, vámonos de aquí. — mientras me abrazaba del brazo izquierdo me arrastraba a la salida.
— disculpame un momento Mily — le pedí que no se moviera de ese lugar, así que me dirigí a donde estaba el cretino. Llegué y estaba de espaldas, toque su hombro y al voltear, le golpee los bajos — Jamás en tu mugrosa vida vuelvas a querer ejercer esa violencia sobre otra mujer, que no somos tus objetos, ellas tienen amigas como yo que siempre las van a defender — y terminé dándole un puñetazo en la cara.
Mientras el tipo caía, fui por Mily y nos fuimos a casa.
ESTÁS LEYENDO
La apuesta
FanfictionToji, amante de las apuestas, descubrió que no siempre se pierde. **La historia es mía, pero el personaje Toji Fushiguro y algunos temas son obra de Gege Akutami para el Manga Jujustu Kaisen**.