Él es mí maldición (Toge Inumaki) [Pausa Definitiva]

Atrapada

Los altos edificios y departamentos bajo la luz de la luna y las estrellas era una vista de lo más hermosa esa noche. Probablemente lo era para aquellas personas que se daban el lujo de observarlas ese día. Pero para nuestra pequeña protagonista era todo lo contrario, no tenía tiempo para mirar aquel paisaje, debía escapar de dos individuos que no le daban respiro alguno.

"Izquierda"

"Recto"

"Ahora derecha"-pensaba la pequeña pelinegra-

Conocía esas calles de memoria, como un mapa que se abría paso en su cabeza, por lo que necesitaba llegar a ese edificio de difícil acceso en el que se refugiaba. Era un edificio que dejaron a media construcción ya que había sufrido un colapso. Los barrotes y escombros caídos de ahí, facilitaría el hecho de su persecución, ella estaba en su terreno, y no iba a dejarse capturar por ningún medio.

La presencia de aquellos dos ya no estaba, como si se hubieran rendido, dándole un pequeño respiro y calma, haciendo que bajará la guardia.

-Maldita sea, no puedo creer que haya captado los ojos de estos malditos-bufó mientras subía las escaleras rumbo al último piso, dónde tenía sus provisiones -

Él edificio era bastante alto, seguramente seria uno de oficinas, tenía grandes ventanales que dejaban ver la vista de la ciudad. Cada piso que subía se hacía más cansador, no era tan fácil subir unos 30 pisos saltando entre barrotes y evitando pisar en un lugar peligroso. Al llegar su destino, abrió la puerta y se adentro un poco, sin embargo al instante se puso alerta al oir el sonido de la puerta cerrarse. Volteó y pudo ver la figura de un azabache apoyado en la puerta.

-Si que eres bastante rápida y ni hablar de esas resistencia!-dijo una voz, confundida sobre como llegaron primero ellos,lo mira- Estás sorprendida? Bueno, digamos que ya teníamos información de dónde irías-un peliblanco sonreía al ver la expresión fastidiada de la muchacha mientras que el ojivioleta al lado de este, la observaba-

-

Oye viejito, no tengo nada que ver con ustedes, así que, si me lo permites, debo retirarme- suspiró- Aún que tampoco te haré caso si me dices que no- Acto seguido se dispuso a correr en dirección del azabache para darle una paliza y escapar. Pero lo último que pudo escuchar fue una simple palabra antes de ver todo negro.

"Duermete"