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Si algo le había dado la vida a Satoru Gōjo, había sido el don de la belleza en cantidades exageradas, pero de ahí en fuera era alguien que en el mundo alfa, sería considerado como un idiota, pues cuando se enamoraba lo entregaba todo de manera desmedida y desenfrenada, siendo hijo de una de las familias más prestigiosas de todas, había sido considerado un Alfa toda su vida, aunque no un Alfa dominante, sino recesivo, quizás demasiado para lo habitual, pues cada que Satoru dejaba liberar sus feromonas el ambiente se volvía dulce y suave, nada similar a lo que los demás alfas hacían. Era una vergüenza para la familia Gōjo con todo el prestigio qué esta poseía y el nunca haber tenido un Alfa recesivo, por lo que optaron por mandarlo lejos, más exactamente a Corea del Sur a vivir solo en cuanto cumplió 15 años, ahí vivió durante mucho tiempo y siguió radicando en dicho departamento y siendo mantenido a la distancia por su abuelo y sus padres, nunca había conocido el calor familiar, por lo que muchas noches este decidía pasarlo con amantes, omegas desesperados por ser notados por Alfas de alta posición y guapos, aunque Satoru era su presa continúa, pero este poco y nada estaba interesado en algo más, no sabía cómo sería seguir en una relación o si quiera si seria correcto, no sabía amar y tampoco le importaba aprender, mientras tuviera un culo donde meter la polla sería más que suficiente, por lo que si, nunca se interesó más allá de solo eso, un polvo.

Los años pasaron y Satoru atrapó el hábito de fumar, la soledad le mataba, pero ¿No estaba acostumbrado a él de todas formas?

Se levantó de aquella enorme cama y abrió las cortinas de forma automática, prendiendo un cigarrillo y mirando aquel amanecer, ¿Cuantos años llevaba fuera de Japón? Tenía 26 jodidos años y cada que pediana su familia por regresar estos se lo negaban, diciendo que si quería lo seguirían manteniendo a él y su estilo de vida en Corea del Sur, pero si volvía a Japón se vería solo y sin un céntimo en el bolsillo, sus palabras eran claras, "No vuelvas" y si era honesto consigo mismo, ¿había motivo de volver? No, no lo había.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Odio esto...

Su dijo así mismo saliendo de la cama para empezar el día, hoy tenía cosas que hacer en su maldit trabajo y si corría con suerte, podría follar en el baño del maldito bufete de abogados.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀● ● ●

Todos se abrían del caminonde aquel imponente hombre de negocios, cabello tan negro como la noche misma, cuerpo perfectamente acentuado en aquel traje de corte sastre inglés, sin anillo, el alfa qué cualquier mataría por tener a su lado, el alfa más codiciado de Japón, China y próximamente de Corea del Sur.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Toji...

Aquel hombre no hizo caso y el rubio solo rodo los ojos molesto.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡SEÑOR FUSHIGURO!

Dijo en voz alta y el azabache giró sobre sus talones con una amplia sonrisa en sus labios y enarcando una ceja, se veía jodidamente sensual.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Dime Naoya.

El rubio suspiró, después de que Toji se construyera su imperio empresarial y terminará devorando a las empresas Zen'in, los de aquella familia habían terminado con trabajos mediocres en las empresas Fushiguro, no había qué mencionar qué Toji amaba todo eso.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Su vuelo a Seúl parte en dos horas, por favor ya retirese.

El azabache río con ganas y se encogió de hombros.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Solo veía por algo importante, espero hayas mandado los papeles necesarios y dile a Nanami qué me alcance cuando pueda, planeo quedarme unos meses en Corea, no olvides reportarle tus entradas a tu superior Shōko o a Suguro, o de lo contrario te despedire. Ahora retírate, tu cara me molesta.

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐄𝐋 𝐍𝐎.𝟱; ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora