¿Cuándo te das cuenta de que has caído?
¿Cuándo notas el suelo en tu espalda o mientras vas bajando?
Sea como sea, si hemos empezado a caer no podemos frenar el golpe
No podemos frenar el daño
Hay quien cree que, si ignora la caída, el dolor será menor
El dolor será menos si hacen todo lo posible por hacerse creer a ellos mismos que siguen estando donde siempre
Se equivocan.
Otros piensan que si aceptan que van a caer en algún momento todo será más fácil
Llegan a obsesionarse tanto con que eso pasará que terminan saltando ellos mismos
Y así demuestran que se equivocan también.
No hay modo de hacer que duela menos
Una caída es una decepción y la única manera de no llevártela es si no te ilusionas, si no subes, si te conformas con estar en el suelo.
Hay gente que se ha resignado, han dejado de intentar subir, han perdido la ilusión.
Y sí, se protegen de daño, de dolor. Pero también evitan la vida, el sentimiento de estar en la cima que, aunque a veces no dure sigue siendo precioso.
Porque si el golpe es el precio que hay que pagar por lograr ser feliz, yo estoy dispuesta a caerme, a romperme los huesos, las costillas. A partirme la cabeza buscando el modo de subir más rápidamente, porque a pesar de todo yo no me rindo.
Porque a pesar de todo puedo seguir subiendo, sigo teniendo opciones de ser feliz.
Me doy cuenta de que ahora estoy cayendo
Y me daré de bruces contra el suelo
No importa
Volveré a levantarme
Y aunque tenga que hacerlo arrastrándome, subiré y lucharé por quedarme en la cima cuando logre alcanzarla.
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Trazas de mi ser
RandomSimplemente yo y todo lo que se me pasa por la cabeza al escribir.