Of Golden Cores And Silver Days

Si alguien le preguntara a Lan WangJi cuál fue el momento de su vida en el que sintió más dolor, le sería difícil elegir.
Si bien había vivido en carne propia los horrores de la guerra, estar bajo el manto de una secta ridículamente estricta de cierta manera lo había hecho capaz de soportar lo que ésta conllevaba.

Había sido particularmente difícil lidiar con el regreso de su persona amada, a quien pasó tanto tiempo buscando, sólo para que lo rechazara y lo alejara una y otra vez.

Sin embargo eso no estaba ni cerca de las dos opciones que el jade menor consideraría. La primera sería la muerte de su madre, era una herida que aún estaba fresca y que no parecía mejorar con el pasar de los años. Por otro lado estaba el día en que se enteró de la pérdida del núcleo dorado de Wei Ying. Por fin todo tomaba sentido; su método de cultivo, el porque nunca llevaba a Suibian a ningún lado, porque parecía más débil en comparación a su juventud pero al mismo tiempo era tan poderoso. Incluso su cambio repentino de actitud.

Cuando se enteró de que Wei Ying ya no poseía su núcleo dorado, fue un descubrimiento puramente accidental, llegando a una visita a Burial Mounds escuchó una conversación que no estaba destinada a ser oída por él. Realmente había querido evitarlo, después de todo las habladurías estaban prohibidas en Cloud Recesses, pero no podía simplemente ignorarlo. No tuvo el valor de enfrentarlo así que regresó a Gusu tratando de reprimir sus emociones y retener las lágrimas que quemaban sus ojos, tal como le enseñaron a hacerlo.

...

Cuando la noticia de la muerte de Jin Zixuan llegó a Gusu, Lan Wangji no lo pensó dos veces antes de salir directo a Yiling.
Sabía que ya no habría manera de convencer a las sectas de dejar a los remanentes Wen tranquilos en las profundidades de los Túmulos Funerarios, y mucho menos al temido patriarca y su general fantasma. Debía hacer algo antes que se desatara una injusta guerra que derramaría sangre inocente.

Al llegar desmontó a Bichen rápidamente y se dirigió directamente a Wen Qing , quién lo miraba sorprendida y desconfiada.
–Wen-guniang, no he venido a lastimar a nadie, sé lo que pasó y necesitamos hacer algo antes de que sea demasiado tarde –.

–Por más que aprecio la noble intención de HanGuang-Jun, realmente no hay nada que podamos hacer, el patriarca tiene el poder de la energía resentida, él controla este lugar y protege a quienes están dentro. Estoy segura que tuvo un motivo para... Hacer lo que hizo –.

–Pero no la tiene, ¿Cierto? Está perdiendo el control, Wen-guniang sé que él jamás habría asesinado a Jin Zixuan, sin importar cuánto lo odiara no deja de ser el esposo de su hermana, el padre de su sobrino. No lo habría hecho por ellos –. Wen Qing sólo lo veía en silencio, sabía que era verdad.

–Es por su núcleo dorado, ¿Verdad?– se inclinó en una reverencia frente a ella –No fue mi intención escuchar, pero no puedo simplemente seguir fingiendo que no lo sé. Es debido a ello que se está corrompiendo– tragó saliva para intentar ahogar el nudo en su garganta –Sin un núcleo, no puede purificar la energía que hay en él, perderá el control completamente–.

–Aún sí lo sabes, no hay nada que podamos hacer, hemos buscado maneras de restaurar su núcleo durante meses, si en realidad existe alguna manera tardaríamos años en descubrirla–.

–No hay tiempo... Sin embargo existe una manera– dijo Lan Wangji seguro.

–A menos que te refieras a transplantar un núcleo, realmente no sé a lo que te refieres–. Él respondió con una mirada significativa.

–¡No, no le daré tu núcleo a Wei Wuxian!– gritó alterada –¡¿Acaso no has visto como eso arruinó su vida?! Me niego, seguiremos buscando, debe de haber alguna manera de regenerar el suyo–.