4- El secreto

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No volteó.

Aunque sea un sonido cualquiera se a quien le pertenece.

—¿Escuchaste, Aarón? Anita tiene novio.— dijo Kira, la otra víbora, hermana de Alicia.

—Si, que pena enterarse así.— contestó él, su voz tan suave pero tan fría.

—Cuéntanos, Anita ¿Desde hace cuánto que están juntos?— Mire a Loana.

—Yo juraba que tu amiguita, la morochita esa, y él eran novios.— voltie a ver a Carla.

—Yo igual, es tan obvio como la nenita esa lo mira a él.—gire a donde estaba Darían.

—Esa "morochita" tiene nombre y es Paloma.—fui directo a donde estaba Carla a agarrarla del pelo.

—Oye calma, calma— antes de que pudiera agarrar al pajarraco ese, Aarón agarro mis brazos y los pegó a mi cuerpo, abrazandome, me relajé al contacto.

—Sueltala.— Paloma apareció de la nada ¿Donde estaba?—Vamos a dentro.

—No, no voy a dejar a Tomás acá con estas degeneradas.

—Yo lo llevo adentro.— él se acercó a mi, y acomodó mi pelo, paso su dedo suave por mi mejilla.

Paloma con un movimiento sutil sacó su mano de mi cara.—Bueno, vámonos a dentro, después él lo lleva con nosotras, vamos a estar en la primera habitación de huéspedes.— la voz de Paloma, tan cortante, me sorprendió.

—¿Por qué hiciste eso?—la paré en seco en el pasillo a las habitaciones.

—Me pediste que fuera tu autocontrol.

—Pero no tenías que ser tan mala con él.

—No fui mala, hice lo que tenía que hacer.

—Él solo me quería ayudar.

—Si lo sé, pero que te ayude y se aleje.— Ella abrió la puerta de la habitación y me dejó en la cama.— Haz "ahhh".—Me indicó ella para que le tire mi aliento en su cara.

—Ahhhh.

Ella cerró los ojos varias veces y una lágrima cayó de su ojo.— Si que haz tomado, te voy a traer unas pastillas para el dolor de cabeza y mucha agua.— Ella salió.

Me tiré en la cama, pensando ¿Qué iban hacer con Tomás? ¿Qué hubiera pasado si no llegaba? ¿Tenia Alicia y mis otras primas la mente tan podrida? ¿Por qué dijeron que Paloma gusta de Tomás? Alicia quería provocarme, al igual que las otras.

Me levanto y voy tan rápido como puedo a enfrentar  a Alicia, pero en el pasillo me lo encuentro.

Él tiene a Tomás en el hombro, lo carga como si nada.

Él me sonrie— Entra, no quiero que vayas hacer ninguna locura.—Yo obedezco y cierro la puerta cuando pasamos todos.

—No entiendo que pasó, solo me distraje un segundo, y aquellas hienas estaban encima de él.— La bronca en mi voz es tan obvia. Él dejó a Tomás en la cama.

—¿Desde hace cuanto que son novios?— Él preguntó sin rodeos, me sorprendo porque por un segundo había olvidado lo que dije.

La duda entró en mi ¿Que le digo?  Si le digo que sí, él se alejará pero tendré que fingir que somos novios ante toda mi familia y lo peor ¿Como le explico a Tomás porque segui con la mentira? No importa ya esta hecho.

—Desde hace unos días, fue todo tan hermoso, como me lo propuso.— Él se acercó rápido y me agarró con ambas manos la cara dejando un espacio de centímetros entre nuestras narices.

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