ECLIPSE DE DESAMOR.

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Así como la luna y las estrellas, me sentí cerca por algunas noches, fue lo más lindo que pasé alguna vez, pero como toda noche, como todo momento y como la vida, eso se acaba y empieza un nuevo día en el que me toca empezar a brillar como hace el sol todas las mañanas y aunque me costara mantenerme lejos de las estrellas por un momento, lo hacía pero ¿sabes lo que no me gusta de esta comparación? Que la luna y las estrellas vuelven a juntarse cada noche y yo no buscaba eso para nosotros, quería prosperar, sin importar la hora pero siempre con vos, lástima que ya no duela porque significa que nuevamente deje de sentir. Un día las estrellas dejaron de salir y dejaron de ser amparadas por la luna, lamento que tuviera que ser así. Había veces que rompíamos las reglas y decidíamos formar un hermoso eclipse, juntarnos y formar un espectáculo aunque tarde o temprano, de día o de noche volvíamos al mismo punto, a la distancia, a la separación. Luego, como cada luna llena, aparecías una vez por mes y las estrellas lloraban la ausencia de tu compañía hasta que en un momento esas lágrimas se formaron un mar y decidieron hidratar la arena y olvidarse de vos, es triste, sin embargo siempre tengo que adaptarme a lo nuevo, sin un lugar estable, sin cerrar mi puerta a tus espaldas. El eclipse un día llego a su fin, las estrellas fueron aisladas de la luna y el sol nunca volvió a salir. Y acá estoy, esperando a que el destino me muestre con quien coincidir.

B l a c k  W i t c h.

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