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Días ocurrieron desde la muerte de la esposa de un jóven llamado Trolli. Desde entonces, el antes mencionado se la había pasado encerrado en su hogar, llorando y estando en una severa depresión por la perdida de la persona que consideraba lo más valioso de toda su vida.

Los típicos pensamientos como “mi vida no tiene sentido, ¿Por qué tengo que seguir con vida? O deseo estar haya con ella” llegaron a preocupar a sus amigos, a tal punto de querer sacarlo de casa para que despejará su mente y que se olvidará de todo por un momento, pero se les estaba haciendo casi imposible, Trollino simplemente no accedía.

Hasta que un día, cansado de los ruegos de sus amigos, termino aceptando una salida al bosque de la ciudad, para que lo dejarán tranquilo de una vez.

Así que esa esta era la situación actual, un pelinegro mirando por la ventana como autos iban y venían, mientras un bicolor conducía el coche y un peliazul dormía, según para él, estaba “agotado”

—Venga Trolli, arriba esos ánimos compañero— Trato de animar Raptor, sin quitar su mirada del camino.

—Si claro, lo dice alguien que está feliz con el amor de su vida y que nunca a perdido nada— No recibió repuesta. Suspiró— Mejor cállate si no sabes cómo se siente perder a alguien importante, y no lo digo como que este molesto, sino para que pienses dos veces antes de sacarme de mi hogar.

—Si te sacamos, fue porque nos preocupas Trolli, estar encerrado y deprimido por muchos días no es normal, recuerda lo que te dijo Roberta y lo que le prometiste antes que ella muriera: Seguir adelante— Eso último provoco una sensación amarga en la boca del ojiceleste— Así cumple tu parte y sigue adelante... Y no te vuelvas a meter con mi relación con Sparta, que él no tiene nada que ver con tu depresión.

Y el auto una vez se quedó en silencio. Trollino recordo todas las cosas que le prometió a su difunta mujer, entre ellas estaba la de que iba seguir adelante sin importar nada, sin importar de que ella ya no estuviera con él.

Pero hay que ser sinceros, en momentos como estos, hasta la promesa más importante se olvida.

Luego de 30 minutos de viaje, los chicos llegaron al bosque y bajaron, no sin antes de que Trolli tuviera que despertar a Timba para que ayudará a bajar las pocas cosas que traían.

—¡Timbaaa! Despierta— Lo sacudió con algo de fuerza— Joder Timba, si no despiertas, juro que traeré agua del río y te mojare hasta que despiertes.

—Jo'e, con todo todo este jaleo uno no puede dormír agusto— Se despertó, bajo del coche y se estiró, mientras se terminaba de despertar completamente— Para despertar a los demás no estás deprimido, eh tío.

—Calla ya y ayuda a bajarle las cosas a Raptor— No le dió importancia las quejas que daba el chico de lentes de sol y decidió ayudar al bicolor, antes de que Trolli soltará toda su vinagridad.

—Tranquilo Trolli, son pocas cosas y fácilmente yo las podía bajar— Hablo Raptor, de manera suave y gentil, mientras bajaba una pelota de fútbol y unas que otras cañas de pescar— Y por cierto, si quiere ve consiguiendo troncos para hacer una fogata y cocinar el desayuno, después de todo nadie a comido.

Y era verdad, el reloj marcaba las 8:51 y ninguno de los chicos había comido algo ya que estaban esperando en llegar hasta el bosque y comer con calma y tranquilidad, con la madre naturaleza, claro.

Trollino sin dar tanto rodeos, acepto a lo que su amigo ordeno y se adentró más al bosque en búsqueda de leña seca para el fuego, después de todo no quería bajar las cosas y preferiría hacer otras cosas más sencillas.

Mientras recogía ramas y troncos, no pudo evitar en pensar tantas cosas, entre ellas, que la muerte de su mujer le haya afectado tanto. Él siempre se había considerado un hombre fuerte y de frío corazón, pero con Roberta, con ella no podía ser así de carácter fuerte, y muchísimo menos no se pudo contener al ver el cuerpo de aquella chica sin vida.

La partida de ella fue muy fuerte para él y eso quedó más que demostrado, pero simplemente él lo veía tan sorprendente en la manera en que su vida cambio de un rato a otro. Un día estuvo feliz con su señora, luego la perdió en un abrir y cerrar de ojos... Lamentablemente así era la vida ¿No?

Pero, lo que lo tenía más distraído era de como iba cumplir todas las promesas que le había prometido y jurado al amor de su vida, está claro no iba hacer fácil... Para nada fácil.

Sacudió su cabeza, tratando de olvidarse del tema por un rato y siguió recogiendo las dichosas ramas y troncos.

Hasta que en un momento de recoger un tronco grueso, noto que había un árbol tipo cueva, se extraño ya que era la primera vez que veía un árbol así de extraño y más en un bosque como ese. Se acercó hasta el dichoso árbol y más fue su sorpresa al ver a un jóven, sentado en el piso justo en el interior del tronco.

Se siguió acercando, pero está vez con más sutileza, hasta que pudo notar como el joven estaba mal herido, con muchos golpes en su rostro, su respiración ya se notaba más lento y eso llevo alertar al azabache.

Observo como aquel chico rubio abrió con poca fuerza sus ojos, solo vio que sonrió con muy poca fuerza y se desmayo, alarmandolo más.

Tiró los leños que tenía en sus brazos y rápidamente saco al chico del dichoso árbol, empezó a revisarlo y soltó un suspiro alivió al darse cuenta que aún tenía pulso. Miro más de cerca sus heridas y noto que eran más grave de lo que parecía.

Muchas preguntas llegaron a su cabeza del como pudo a ver llegado el chico a esa parte del bosque que por la noche, era un lugar tétrico y tenebroso. También se preguntaba de quién le habría hecho esas heridas tan profundas, por el costado noto una muy pero muy profunda apuñalada, que desgraciadamente aún seguía perdiendo sangre, preocupadolo más.

Decidió hacer algo de una vez, lo cargo estilo princesa y se lo llevó junto a sus amigos, Raptor sabía un poco de primero auxilios y tenía la esperanza de que le ayudará en algo al pobre chico.

♡╣Junto A Ti╠♡ (Mike × Trollino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora