1 ఌ︎ 𝐩𝐚𝐬𝐭, 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭, 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐞.

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Los hermanos Jeon, famosos empresarios, eran los más ricos. Herederos de la fortuna del hombre con los bolsillos más llenos del país. Eran hombres codiciosos y fríos en cuanto hacer negocios se tratase, generalmente, Kenneth, el menor de los Jeon, era la mente maestra tras cada negocio importante, la vida siempre le había sonreído a Kenneth de una manera cálida.

Esto no quiere decir que al mayor de los Jeon no le haya sonreído, la vida de los negocios para ambos siempre había estado a favor de los Jeon, ambos eran muy inteligentes y calculadores.

Claro, como siempre se buscan formas de tener más dinero, aveces es solo porque su mente es generalmente así, hacer cosas para que su cartera esté más feliz, así se habían acostumbrado a vivir, especialmente Kenneth, quien ahora, estaba pronto a casarse con una chica, Celine Johnson, era una modelo de igual forma millonaria, y también empresaria; accionista de una de las empresas de los Jeon, además de ser una chica muy linda. Estas características quedaban a la perfección para el matrimonio del menor de los Jeon, serían la pareja ideal para portadas de revistas, además de juntar los capitales para hacer una monstruosidad, la idea era tener el monopolio de las distribuidoras de petróleo.

Kenneth estaba feliz, no había nada que le impidiera no estar cómodo, sólo tendría que sacrificar su vida sentimental, todavía no había llegado el indicado, así que no había problema, sólo lo habría si Kenneth estuviese enamorado, pero no lo estaba.

Por otra parte el mayor de los Jeon, Luka, no estaba tan feliz con su vida de lujos excesivos. Tenía tanto dinero como para que sus uñas y dientes fueran pintadas con oro. Él pensaba que no tenía nada que demostrarle a nadie, generalmente gastaba su dinero en carros exóticos o en figuras de colección, tampoco le importaba. Su padre no había sido tan bueno con él, aunque les heredó el 50% a cada uno de los hermanos, su querido padre nunca tuvo un acto de cariño hacia él, más bien, no lo despreciaba ni lo quería, es como si su vida le diese igual. A Luka no le importaba, no creció con el cariño de un padre ni de una madre, su padre intentó darle cariño con juguetes, y bueno, su madre no podía abrazarlo desde la tumba.

El único apoyo siempre fue su hermano, y Luka estaba bien con eso. El amor no le sonrió, definitivamente no, su exnovia lo engañó, después de robarle dinero para mantener a su amante, cuando Luka lo descubrió, el hombre que lo reemplazaba en las noches intentó asesinarlo. La única persona muerta fue la mujer, quién se suicidó frente a ambos.

Para Luka ella era el amor de su vida, para el amante sólo era una mina de dinero más, así que Luka solo salió de aquel cuarto con sus ojos pesados, sus manos sangrientas debido al corte que su ahora exnovia se hizo a si misma en la garganta, no podía si quiera pronunciar palabra ante las autoridades en el teléfono, quería decirlo, pero algo se lo impedía.

Después de tal atroz acto, el amante de la chica fue a la cárcel, por robo, realmente el dinero de Luka fue quien se encargó de eso.

Su hermano siempre estuvo para apoyarlo, el lo agradecía pero quedó con un vacío, nunca tuvo a nadie y cuando la tuvo a ella lo engañó, un chico de 16 años evidentemente no superaría eso sin ayuda.

Su padre, sólo le ofreció un psiquiatra y antidepresivos, el estaba bien, ahora se encontraba soltero, pero con pesadillas aunque no le dijera a nadie.

Ahora, después de 9 años estaba sentado en un sillón, pensando en que sería de él, ahora que su hermano se casaría el estaba muy feliz por él, sabía que su hermano se condenaría por no amar a la mujer que lo acompañaría por el resto de sus días quizá. Solo quería protegerlo, y que supiera que siempre contaría con el, Luka sería capaz de dar toda su fortuna y su vida por Kenneth.

A tan pocos días de la boda tenía que buscar el traje más caro, no tan caro como el de su hermano, pero el es de la familia y por eso tiene que salir en las fotos de la revista. Así que fue a buscarlo, no sin antes pasar a saludar a su amado hermano.

Kenneth estaba en su oficina, cuando recibió una llamada de la secretaria.

-Señor, su hermano lo busca, ¿lo hago pasar?

-Claro que sí, sabes que a mi hermano nunca se le niega la entrada.

Kenneth realmente estaba ocupado con la boda y sus negocios, pero el siempre tenía tiempo para Luka, siempre lo ponía por encima de cualquier persona, ahora que su padre ya no estaba solo se tenían el uno al otro.

-Mira~ fui a comprar el traje para la boda más esperada del año, dicen que es de un desesperante empresario que arrasa con todo el refrigerador, ¿qué te parece? -dijo Luka en tono burlón.

-Pero, hermano, ¿cuánto gastaste en ese traje? -dijo exasperado (al parecer el traje tenía unos pequeños diamantes incrustados en los botones).

-¡Tenía que verme despampanante! Es tu boda, no podía ir como siempre voy, obviamente lo compré a tu cuenta, es tu condena, así que tú tienes que pagarlo, sólo fueron 150,000 dólares...el tuyo cuesta 300,000, así qué tal cuál, la mitad de lo que gastes tú es mi presupuesto.

Luka lo decía tan orgulloso, pero en realidad estaba nervioso, pensaba que su hermano lo reprocharía por comprarlo con su tarjeta cuando el también podía comprarlo, sólo que no quizo hacerlo, era más cómodo que su hermano lo pagara porque era su boda, así pensaba él.

-Está bien... es justo, es mi boda, yo tengo que hacerme cargo.

-¡Perfecto! Ahora me voy, sólo quería decirte eso, adiós hermano.

-Adiós, cuídate y no manejes a lo idiota.

Kenneth miró a Luka irse, riendo, siguió con su trabajo. Solo faltaba un día para su boda, ¿nervioso? no. ¿emocionado? tampoco. Agradecía realmente que su hermano estuviese apoyándolo, eso haría de ese día un poco mejor.

Mañana tenía que ver a su prometida para consultar algunas cosas, así que, debía prepararse mentalmente para no estropearla frente a sus suegros, apenas tenía 24 años, deseaba ayuda para que su cerebro funcionara bien mañana.

•|♕︎| 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 |♕︎|• ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora