•|♕︎| 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐓𝐞𝐚𝐫𝐬 |♕︎|• ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ

20 ఌ︎ 𝐌𝐨𝐧𝐭𝐡𝐬.

Días después del encierro de Luka, este ya estaba en una cárcel en Seúl, Jimin y Kenneth también estaban ahí. Ambos investigarían a más a fondo que relación tenían los Anderson con el padre de los Jeon.

Pero no sabían por dónde empezar.

—Kenneth, ¿los Anderson cuántos hijos tienen?

—No lo sé, supongo que debe haber más aparte de Seobannie y Zoé. Pero supongo que están lejos igual que Seobannie lo estuvo un tiempo.

—Deberíamos buscarlos, pueden ser una buena fuente de información.

—Claro, pero si están lejos no sé que tanto puedan aportar.

Jimin con frustración pasó sus manos por su cabello.

—Esto es tan difícil. -Jimin estaba mirando a la nada

—Joder que lo es. -Kenneth comenzaba a sentir un dolor de cabeza.

Jimin se levantó y se fue a su cuarto, intentó dormir un poco, quería mantener los pies en la tierra pero aveces sentía que volaba, quería creer que Luka no hizo nada, pero todo indicó que sí.

Jimin se levantó de su cama y con rabia aventó su almohada a la pared más cercana.

Si no podía olvidarlo, entonces lo odiaría. Así su recuerdo seguiría siendo doloroso, pero sería diferente y no le dolería tanto desprenderse de él.

Kenneth buscaba en su computadora sobre los Anderson. Padres fallecidos, y al parecer Seobannie es la más grande de tres hermanos.

Seobannie con 39 años, Zoé murió con 18 años y un hermano que actualmente tiene 35.

Todos eran relativamente jóvenes. Tenía que buscar al chico.

Como si de suerte se tratara, este chico no era empresario. Más bien, sólo vivía su vida normal con el dinero que le habían dejado.  Tenía familia, así que lo buscaría para hablar.

El problema sería cómo encontrarlo, su número de teléfono y también la postura del señor.  Se estaba arriesgando, pero su hermano lo valía. 

Para Luka los días no habían sido fáciles, estaría dos años y estaba contando para salir y aver si por fin, podía vivir una vida tranquila.

Pensaba en su hermano, su novio y su ahora mejor amigo. Esperaba que los tres estuviesen bien.

Solo quedaría esperar en la agonía, lo mismo para los tres chicos.

[. . .]

Seis meses habían pasado desde el trágico día. 

Cambiaron algunas cosas para Jimin y Kenneth.

Jimin intentó acercarse más a Kenneth, quería que no tuvieran secretos entre sí. Más en este preciso momento, que justo Kenneth salía para conocer a Peter Anderson.

—Cuídate mucho, cualquier cosa avísame. -Jimin de verdad se preocupaba.

—Lo haré, Jiminnie. -Kenneth besó a Jimin en la frente, tomó sus llaves y se fue.

Llegó a su destino, un restaurante céntrico.
Entre las mesas estaba Peter, y Kenneth fue hasta ahí, con miedo a lo que tuviera que decir.

—Buenas tardes. -Kenneth saludó a Peter de mano.

—Buenas tardes, ¿gusta algo? yo invito. -Peter parecía bastante amable.

—No en realidad, pero que amable es. Supongo que sabe a lo que vine, siento ponerlo en una situación incómoda.
—Sí, no es incómodo.. es más bien, extraño para mí tener que revivir esto.