beibi, ud dígame q oc vas a usar x wsp y listo.
tmb haré varios escenarios, pwro 1n paso a la vez
ripeados
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"witch"
¿Saben lo que es pasar mucho tiempo en soledad?, ver cómo tus familiares, amigos y conocidos mueren, cómo el mundo cambia, donde todo parece avanzar excepto tú. Claramente no, no lo saben.
Muchos sueñan con la inmortalidad, ser joven para siempre, pero... oc nunca tuvo la oportunidad de elegir, simplemente cayó ese hechizo en ella, dejándola en un bucle sinfín.
¿Algún día acabará su sufrimiento?
Ha buscado muchos hechizos, leído, investigado, para llegar al mismo resultado de siempre: nada. Que agobio. Que estresante. Que desespero.
El conocer varios brujos que pasan lo mismo, la hace sentir no tan sola, pero sigue siendo inútil. Ellos incluso tienen parejas o familia, ella... no tiene nada.
Puede hacerse daño, heridas profundas, y aunque claramente duelen, no muere, no pasa absolutamente nada, ni con un ataque al corazón, ni cortarse las venas, ni ahogarse, ¡nada!, ¡no pasaba nada!, las heridas curaban por sí solas, incluso enfermarse era difícil, pero no imposible.
De todos modos, una enfermedad mortal, para ella no significaba nada.
En su casa, solía aburrirse mucho, aunque su tristeza y molestia abundaba en su cuerpo, todo el día era quejarse y desear morirse de una buena vez, pero los comentarios parecían rebotar entre las paredes, nunca se cumplían, nunca salían de esa burbuja. Ver películas de terror con brujas, le hacía reír, ¿por qué ponían a las brujas feas?, ellas hasta podían morir con la luz del sol u otros métodos, que envidia.
(...)
Una noche cualquiera, en la sala, estaba viendo televisión, canales cualquiera con cualquier programa.
Se levantó un momento para ir a buscar agua, aunque al llegar a la cocina, logró escuchar... un... llanto. La chica parpadeó varias veces, pensando que quizá era el programa, por lo que se asomó para mirarlo y... no, no estaban llorando en aquella serie, entonces... ¿quién...?
Con curiosidad fue hasta la entrada y abrió la puerta, mirando su alrededor, sólo una lluvia fuerte. Aparte de la oscuridad.
Pero ahí seguía, el llanto.
Tomó un paraguas y salió con calma, buscando el responsable, caminó unos segundos hasta que de lejos vio... una pequeña silueta entre la lluvia, entrecerró sus ojos con confusión y mientras más se acercaba, más entendía. Era un niño. Se acercó con rapidez y alzó ambas cejas. - ¿qué haces aquí? - preguntó, acuclillándose para verlo mejor, cubriéndolo con el paraguas. El pequeño se ahogaba en su llanto, aterrado de la situación y de la joven que lo encontró.
- m-mis papás... m-mamá, extraño a mamá - sollozó, sorprendiendo a la bruja, se levantó para ver si alguien venía a por él, pero nada, nadie.
¿Lo han abandonado?, ¿era eso?, vaya, y después los humanos dicen que las brujas son malas.
Miró al niño con indecisión, debía tener al menos unos cuatro o cinco años. Lo tomó en sus brazos con cuidado, acomodando el paraguas y corrió a su casa, cerrando la puerta, dejando el paraguas y lo llevó hasta la sala, algo cerca de la fogata. - espera... - murmuró, yendo a buscar una toalla y corrió a enrollar suavemente al menor en ésta, escuchándolo llorar.
Ese llanto, esa tristeza que emanaba no era normal en un niño, que triste. Hizo una mueca incómoda y acercó su mano para quitar sus lágrimas con delicadeza.
- eres sólo un cachorro... - balbuceó, sintiendo su corazón punzar en dolor, no podía dejarlo solo, menos en la lluvia, menos con esa edad. El niño la observó, entre sus pequeños sollozos, su tacto era cálido.
