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Don't be shy y comenten.

Un radiante sol iluminaba la ciudad, el ruido de los pájaros se adueñaban de los oídos de Jeon, un chico de diecisiete años que caminaba con una gran mochila y una pantalla en sus manos, estaba sumergido en su mundo cuando algo hizo que parara en seco, una cuchilla había pasado a centímetros de su rostro.

-Ay, cielos. Eso estuvo cerca -habló un señor de aproximadamente cuarenta años, vestía un traje de guarda y en sus manos llevaba un gran corta césped-

-No sé cómo salió volando hasta ahí -siguió hablando el señor mientras pasaba un trapo quitando el sudor de su frente, el adolescente solo lo miraba sin decir nada-

-Lo siento. No me dedico a esto, pero dijeron que nadie podía venir el fin de semana. -explicó tranquilo el desconocido frunciendo su ceño debido a que la luz del sol daba directamente en sus ojos, lastimandolos- Creen que los de seguridad somos esclavos o algo así. Bueno, en fin, disculpame -dijo el señor sacando la cuchilla que había quedado clavada en un viejo cartel-

-Nunca te había visto antes ¿a qué vienes? -preguntó el mayor a Jungkook mientras guardaba la navaja en una bolsa que colgaba de su hombro hasta su abdomen-

-Me mudé -murmuró con una voz muy baja-

-¿Qué? No te oigo. Habla más fuerte -pidió el guardia-

-Me mudé acá -volvió a decir Jeon más fuerte logrando que el mayor lo escuche-

-¿Te mudaste? Ahhh, me comentaron que alguien vendría al departamento 1410. Debes ser tu -habló el guardia deteniendo el caminar del adolescente que asintió levemente y tomó camino hacía aquel edificio viejo de enfrente-

Al entrar a su apartamento notó que era muy pequeño, dos ventanas con sus respectivas cortinas, un pequeño baño, un clima que dudaba usarlo y unos estantes arriba de un mini refrigerador. Se había mudado solo asi que no importaba mucho, Jungkook vio la ventana unos segundos.

-¿Me muero y ya? -murmuró para después levantarse del piso y tomar rumbo a la azotea del edificio-

Al estar arriba se subió a la orilla del edificio viendo como los carros pasaban por el puente de enfrente, tal vez no sería tan mala idea matarse,además de que el viento movía su cabellera sintiéndose relajado, miró el paisaje unos minutos más pensando aún más sobre su hacerlo o no.

Por otro lado.

Señor! -unos golpes despertaron a Hoseok de su amado sueño que rápidamente agarró su gorra y se levantó de su  no tan cómoda silla-

-Siempre duerme, ¿No trabaja nunca? -habló con arrogancia el contrario hacía el policía que sólo hizo de reverencia junto a una disculpa-

-Quite la cama -volvió a hablar el contrario señalando con su mano la cama de atrás que estaba en el despacho del guardia-

-¿cómo? -preguntó Jung con confusión mirando a su jefe, no podía quitarla, si lo hacía ¿cómo iba a descansar?-

-Se quejaron de la cama. Por eso no se concentra en el trabajo y está dormido todo el día -ragaño a Hoseok el contrario con un tono cansado, Jung se preocupo por eso-

-Pero, entonces ¿cómo podría descansar? -preguntó el guardia acomodando su gorro y manteniendo sus manos juntas rascando sus muñecas en forma de nervios-

-Le digo que no descanse ¿entiende? -grito el contrario para después irse, esa era la parte de su trabajo que más odiaba, trabajar-

-Es muy gritón e ignorante -una voz femenina se escucho llamando la atención del guardia que volteo a ver a la mujer de la voz, Jihyo- No le hagas caso. Nunca le enseñaron modales -habló la señora de unos treinta casi cuarenta años mientras sostenía una caja de unisel en sus manos, Jung sólo asintió apenado-

𝙎𝙬𝙚𝙚𝙩 𝙝𝙤𝙢𝙚ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora