Aquella mujer parloteaba sin cesar causando más molestia al castaño, Bryce sin pudor alguno besaba una y otra vez a Jane como si de sus garras se le fuese a escapar causando un repugnante asco ante el castaño que aún no hablaba, puesto en el momento que llegase hablar se delataría sin marcha atrás. Aker se levantó del sillón donde reside eventualmente con picardía tropezó con discordia a Bryce casi tumbandolo, justo al par que aquel respondió con un manotón en la boca del estomago. Aker se desvanecía, pero con ello Mothryl surgía en la luz lentamente, Aker vociferó una última vez en una sonrisa sombría. Aquella mujer parloteaba sin cesar causando más molestia al castaño, Bryce sin pudor alguno besaba una y otra vez a Jane como si de sus garras se le fuese a escapar causando un repugnante asco ante el castaño que aún no hablaba, puesto en el momento que llegase hablar se delataría sin marcha atrás. Aker se levantó del sillón donde reside eventualmente con picardía tropezó con discordia a Bryce casi tumbandolo, justo al par que aquel respondió con un manotón en la boca del estomago. Aker se desvanecía, pero con ello Mothryl surgía en la luz lentamente, Aker vociferó una última vez en una sonrisa sombría. Aquella mujer parloteaba sin cesar causando más molestia al castaño, Bryce sin pudor alguno besaba una y otra vez a Jane como si de sus garras se le fuese a escapar causando un repugnante asco ante el castaño que aún no hablaba, puesto en el momento que llegase hablar se delataría sin marcha atrás. Aker se levantó del sillón donde reside eventualmente con picardía tropezó con discordia a Bryce casi tumbandolo, justo al par que aquel respondió con un manotón en la boca del estomago. Aker se desvanecía, pero con ello Mothryl surgía en la luz lentamente, Aker vociferó una última vez en una sonrisa sombría. — Sabía que no te resistirías, gran bastardo. — Aquel tono tan sombrío hizo que Jane se llenará de temor al escuchar a Aker desaparecer, su temor era verlo nuevamente a él o a alguien peor. Mothryl despertó con ansias de querer pelear, junto con una pizca de discordia dejada por Aker, aquella luz carmín tomó un tono celeste al color de los ojos de aquel castaño que se postraba en el suelo de rodillas por aquel manotón en él.
— ¿Acaso volví? — Comentó en aquel umbral de luz en el que residía, la oscuridad era su hogar, su afán más caótico y más placentero, aquel Cataño se levantó con serenidad del suelo, sus ojos cerrados indicaba aquella paz que sentía, pero aquellos puños cerrados decían lo contrario, como un tifón Mithryl atacó a Bryse, como él lo hizo con Aker, de un puñetazo lo sentó, causando que aquel hombre se sentó de golpe en el sofá, Jane gritó con pavor. — ¡BASTA! ¡YA ES QUIÉN SEAS, BASTA! ¡ÉL NO TIENE LA CULPA! — Una mirada sombría atacó a Jane, mientras Mithryl le respondía. — ¿Él no tiene culpa? ¿Cuántas veces defenderás al que hizo que tu “pequeño” casi se suicidara hace tres años? ¿Acaso has olvidado las veces que lo golpeó ebrio y tú no hiciste nada? Vamos Jane, deja de ser tan estúpida, al igual que él, posees incluso más culpa que él, por permitir tal atrocidad, siempre fuiste una pésima madre con el retoño del hombre que te abandonó por ser una cualquiera. — Exclamó con gran propiedad antes de que aquella mujer lo abofeteó y empujará hacia atrás llena de furia por aquellas palabras hirientes que le destrozaban el alma, dejó caer unas cuantas lagrimas antes de exclamar fuera de sus cabales. — ¡Primera y última vez que me vuelves hablar así! ¡Yo soy tú madre y por ello me tienes que dar lo qué yo te dí en estos años, gran idiota! — En el último verso de aquella mujer, una carcajada inigualable salió del castaño, casi como un psicópata le dejaba una mirada de profunda desgracia y desprecio. La bestia se levantó enfurecido por aquel puñetazo aún con la respiración entre cortada, le tomo del cuello casi ahorcando al menor, mientras aquel sólo reía casi por placer ante aquellas palabras excesivamente estúpidas. Mithryl golpeó con fuerza la cabeza de Bryce haciéndolo caer de rodillas nuevamente, Jane aterrorizada empujó nuevamente y con más fuerza a lo quién estuviese en su hijo, exclamando en desesperación. —¡LARGO! ¡LARGO DE AQUÍ, MONSTRUO! ¡ESO ES LO QUE ERES, UN MONSTRUO, ULLÝSSES! — De un golpe Mithryl se oscureció, casi dejándose ir respondiendo aquella mujer. —El monstruo, siempre has sido tú, Jane, siempre fuiste tú, pronto lo perderás todo y te arrepentirás, bruja infeliz...
ESTÁS LEYENDO
Burning pride in arrogance blood.
Teen FictionIntento describir como me siento emocionalmente, pero realmente no lo hayo, mi mente es un complot hacia mí y los demás. Quizás no sienta frío o calor, ya no sé ni quién soy y por ello tengo miedo de todo. ¿Sabes?