Capítulo 9: Consejo.

578 67 14
                                    

—Aquí...toma.

YoungHoon quién estaba sentado en su banca terminando su tarea, despegó su vista del libro y miró aquel objeto que había sido puesto en su mesa.

Una caja de chocolates. Otra vez.

Frunció el seño y más cuando miró al responsable de su distracción. Estaba parado enfrente de él, con su uniforme intacto, su cabello rosa, ahora, deslavado peinado y en su cara una sonrisa que jamás había visto en vida.

—¿Qué haces aquí, ChanHee?.—Fué lo primero que se le vino a la boca, dejando en su pupitre su lápiz, mírando al menor en espera de una respuesta.

—¿Acaso no es obvio?.—Respondió, YoungHoon se confundió aún más,¿Qué obvio?. Miró a los lados y todos los estaban mirando.— Vine a verte, Hoonnie.

De todo lo que pudo haber esperado y hasta imaginado, nunca se le pasó por la cabeza que ChanHee dijera aquello muchos menos en público ni en voz alta, considerando que el menor no era de demostrar sus sentimientos ni afecto a nadie por qué le importaba su reputación y verlo así lo sorprendió.

Miró a los demás esperando a que nadie hubiera oído aquellas palabras tan más comprometedoras considerando que toda el instituto o más bien, su grado, sabía que él y ChanHee habían terminado hace casi un mes. Pero que equivocado estaba, todos los estaban viendo.

Tenía que ser una broma.

—ChanHee...—Le llamó aunque ChanHee no se había movido para nada de enfrente de su banca.—¿Estás conciente de lo que estás haciendo?.—Susurró algo inquieto.

—¿De qué hablas?.—Bufó.—Por supuesto que sé lo que estoy haciendo, Hoonnie. Vine a dejarte este regalo y más te vale comértelos porque son carísimos y difíciles de conseguir.—Explicó recargando sus manos en el pupitre, quedando algo cerca de YoungHoon.

Y si antes tenían a todos mirandolos discretamente, ahora los tenían mirando fijamente y es que, Choi ChanHee no era así, ¡No hacía esas cosas!, ¡mucho menos por él!, Era una locura y YoungHoon quería solo desparecer.

Parpadeó varias veces y notó que faltaban menos de quince minutos para que iniciara la clase y él aún no acaba la tarea de matemáticas que tenía y se le olvidó hacer por estar peleando con su madre. También se dió cuenta de que esa clase no la compartía con ChanHee y él no tenía nada que hacer ahí.

—ChanHee, déjate de juegos...—Le pidió aún en voz baja, lo que menos quería era que supieran que pasaba entre ellos aunque no pasara nada.—Tienes que irte...

—Hasta que te comas un chocolate.—Pidió ahora cruzándose de brazos enfrente de él. Decidido.

—No, es muy temprano para comer dulces y más chocolate.—Se negó mirando como el pelirosa no se movía de su posición.—ChanHee llegara el maestro y si no te vas te van a regañar...

—Aw, ¿Estás preocupado por mi, Hoonnie?.—Dijo con un tono tierno que solo llamó más la atención de sus compañeros, eso no era lo que quería decir.—Bien, me iré si te comes un chocolate, si no, no me voy y hasta me cuelo a la clase hasta que te comas uno.

Decidido, terco, mandón e infantil.

Eso era ChanHee, pero también era muy persistente con las cosas que él quería, le convenían o realmente le interesaban y ahora se estaba aferrando a la idea de ver a YoungHoon comer un chocolate a las nueve de la mañana si no no se iría a su clase correspondiente.

Si algo aprendió de ChanHee en ese año que salió con él, es que si no hacías lo que él quería podía hacer berrinches o hasta desesperarte hasta que lo hicieras y YoungHoon no estaba en condiciones de aguantar un berrinche de ese pelirosado consentido.

Como Reconquistαr α Kim YoungHoon ◡̈ 빵뉴 (𝑩𝑩𝑨𝑵𝑮𝑵𝒀𝑼) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora