A Liu Qingge le disgustaban los demás. Sobre todo, cuando establecían contacto físico con él sin previo aviso. Solo invadir su espacio personal abruptamente resultaba en un empujón, así que tocar su hombro de improvisto era sinónimo de buscar una golpiza.Pronto eso le hizo ganar una reputación en los pasillos de su colegio.
Y con eso las personas aprendieron a mantener su distancia, para su satisfacción.
A excepción de su familia, nadie más se habría atrevido a tocarlo con naturalidad a menos que desearan saber si todos los rumores sobre él eran verdad.
Su aversión con las personas había iniciado desde temprano, era muy difícil expresarse y las personas eran de todo menos pacientes, resultando en ambas partes enojadas y distanciadas. Liu Qingge no le dedicó más molestia al asunto y decidió mantener sus interacciones con los demás a lo mínimo.
Si necesitaban hacer un proyecto, ahí estaría para completar su parte. Nada más.
Si debía acompañar a su hermana menor a una fiesta, ahí estaría protegiéndola. Solo eso.
Esta era su rutina por los últimos 17 años y seguiría siéndolo.
Lo bueno, o para algunos lo malo, de las rutinas es que tarde o temprano deben terminar y hacerle paso a una nueva.
Algo para lo que Liu Qingge no estaba preparado.
Era otra simple clase de educación física, Liu Qingge lideraba la marcha. Siempre lo hacia al ser el mejor de la clase, ya había dejado a sus compañeros atrás, concentrado en cumplir con su record actual. Poco le interesaba si había otros tardándose de más porque establecían conversaciones en lo que corrían.
Iba tan adelantado que llegó al final de la formación donde estaban los estudiantes más lentos. Abriéndose paso entre ellos para continuar su recorrido fue cuando sus sentidos captaron algo inusual.
Un ligero tirón en su brazo derecho. La sensación de algo cálido y húmedo por el sudor envolviéndose en su antebrazo.
¿¿Quién le había tomado del brazo?? ¡Quién lo hiciera solo estaba buscando su muerte!
Formando un puño con su otro brazo, giró rápidamente para encontrarse con el culpable, una citación más a sus padres era el último de sus problemas.
Sin embargo, al voltear no se encontró con uno de los muchos chicos que gustaba de molestarlo. El culpable estaba...arrodillado en el suelo y respirando rápidamente. Una mano rodeando su brazo, el agarre débil de manera que con un tirón podría zafarse, la otra mano del chico estaba apoyada en su pecho del que salían ruidos agudos con cada inhalada de aire.
Liu Qingge bajó su puño...y se arrodilló frente al chico.
Para ser de su curso, su cuerpo era mucho más delgado y bajo que el suyo. Lo podría confundir con alguien de grados menores si no fuera porque estaban en la misma clase.
"In...inha" la voz del chico se entrecortaba, cada sílaba tomando mucho esfuerzo en salir. Liu Qingge, miró a su alrededor por ayuda, pero el grupo seguía alejado y el entrenador del lado opuesto del campo les daba la espalda.
Mierda.
"¿Qué necesitas? ¿Qué te pasa?"
"Inha...lador...inhalador" el rostro del chico, previamente rojo, se estaba tornando pálido.
Olvidando su regla de contacto físico, rodeó la espalda del chico y con el otro brazo tomó sus piernas. Cargando con ese frágil cuerpo hasta los casilleros, el joven apenas pudo señalar cuál era el suyo.
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Let me take your hand
FanfictionEscrito para el día #2 de Liushen Week: Hand holding Liu Qingge tenía solo dos reglas: No tomar molestia en interactuar con los demás y no dejar que nadie estableciera contacto físico con él. Para su desgracia o dicha, un chico débil con problemas...