El hombre sentado en su incómoda silla metálica retorcía la punta de su corbata nerviosamente, se limpiaba las gotas de sudor que habían comenzado a resbalar por su frente desde que llegó él, el primer hijo de su fallecido cliente y mejor amigo. Ese día debía darse lectura al testamento del gran Tōga Taishō, un extraordinario ser humano, esposo y padre; toda su vida giró en torno a las bienes raíces comenzando desde muy joven, empezó a trabajar después de graduarse. A base de mucho esfuerzo y de años de picar piedra, el hombre logró poco a poco hacerse de fortuna y prestigio en esa rama
Lamentablemente, ni todo el dinero con el que contaba la familia, logró salvarlo del cáncer de estómago que lo aquejaba desde hacía ya varios años, dejando una viuda y dos hijos, Sesshōmaru Taishō de 30 años, hijo de su primer matrimonio con Irasue Ōmori e Inuyasha Taishō de 26 años, hijo de su segundo matrimonio con Izayoi Endō.
Ahí en la pequeña oficina fría y oscura, ambos hijos y sus respectivas madres se encontraban esperando a que el nervioso hombre comenzara a leer la última voluntad del fallecido hombre.
-Bien...- dijo el calvo abogado, poniéndose los anteojos para proseguir sacando la única hoja que permanecía en un sobre amarillo -a continuación daré lectura a la última voluntad de mi querido amigo Tōga.
Tomó una última bocanada de aire y comenzó a leer cada línea en aquel documento...
"Hola querido Yoshio, mi más leal amigo, seguramente estás leyendo esto temblando de miedo porque mis hijos te están viendo con cara asesina, sí, seguramente cada uno tiene sus cosas que hacer y te estarán presionando para que termines rápido, no les hagas caso, no te harán nada, además, necesito que leas cada palabra que escribí para ustedes..."
Como si su padre estuviera ahí, había descrito a la perfección lo que estaba pasando; Sesshōmaru e Inuyasha tenían la molestia tatuada en el rostro, estaban impacientes por largarse de ahí y ocuparse de sus cosas.
"...También estará mi querida ex esposa, Irasue, quien seguramente espera saber qué es lo que le dejé para después desaparecer de tu oficina, está bien, mi Irasue siempre ha sido así y, así, logró hacerme el hombre más feliz del mundo cuando me dio la noticia de su embarazo. ¡Qué feliz fui! ¿Escuchaste, Sesshōmaru? Cuando tu madre me dio la noticia me volví loco, ese mismo día corrí con ella a comprarte tu cuna, tu ropa y todo lo que se nos cruzara en el camino. Hijo... el divorcio entre tu madre y yo se dio en buenos términos, nunca quisimos que tú sufrieras. Mi amado hijo, qué orgulloso estuve siempre de ti, siempre tan disciplinado, inteligente y responsable, mis conocidos siempre te elogiaban y sabía lo mucho que me envidiaban por tener un hijo como tú. No lo dudes nunca Sesshōmaru, siempre fuiste amado por tus padres..."
El primogénito sintió una punzada de dolor en el corazón pero no lo demostró, seguía sentado escuchando atentamente con su rostro inexpresivo.
"...Y mi amada Izayoi, perdoname mi amor, no pude cumplir mi promesa de irnos juntos al otro mundo, te fallé, pero te juro que luché, luché mucho por no dejarte sola. Mi amada esposa, sé que nuestro Inuyasha sabrá cuidar de ti, mi pequeño rebelde... campeón, mamá y yo nos sentimos tan afortunados y dichosos cuando el doctor nos dijo que estabas creciendo en el vientre de tu madre. Mi Inuyasha, sé que te haré mucha falta y que te deje en el momento en que más me necesitabas pero, ten por seguro que siempre estaré contigo. Te amo hijo mio..."
La viuda de Tōga y su joven hijo, se abrazaron fuertemente con lágrimas en los ojos, ambos estuvieron al pendiente del pobre hombre enfermo, incluso renunciaron a sus vidas con tal de no dejarlo solo ni un minuto.
-Bueno, hasta aquí termina la carta que mi amigo les dejo, ahora pasaremos a la parte económica- dijo el abogado limpiándose las lágrimas que derramó sobre su escritorio.
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Herencia de amor
RomanceEsta corta historia estaba planeada como One shot pero se alargó tanto que he decidido publicarla en dos partes que espero disfruten. Obviamente es Sessrin ❤️