Extra

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—Quiero un consejo. — San Lang interrumpió el programa de deportes que Luo Binghe veía, y la lectura de Lan Zhan, cualquier otra persona estaría recibiendo un gruñido y una mirada mortal, sin embargo, cuando se trataba de su hermano, pidiendo un consejo, Luo Binghe y Lan Zhan dejarían lo que sea que estuvieran haciendo para prestarle total atención y tratar de ser de ayuda.

—¿Qué es?

—Sexo.

Luo Binghe se felicitó por no tomar el último sorbo de su bebida deportiva, de otra manera la habría escupido, Lan Zhan por otra parte no había tenido la misma suerte que él, escupiendo su té.

—¿Qué? ¿Sexo? ¿Por qué preguntas por eso? ¡Aun eres un niño! — Luo Binghe dijo alterado.

—Demasiado pronto. — Continuo Lan Zhan, limpiando su boca con una servilleta.

—Bingge dejó de ser virgen a los quince.

—Esto y aquello, son cosas diferentes.

San Lang se rio, negó suavemente y continuó: — Umm, ¿Cómo puedo hacer que el que está abajo lo disfrute en su primera vez?

Al mismo tiempo Luo Binghe recibió un mensaje de Shen Yuan.

A-Yuan

Xie Lian me está preguntando y a Wei Ying por consejos para que el lado receptor disfrute.

¿No dijiste que era del tipo carnívoro?

09:58 p.m.
Luo Binghe, de hecho, no podría ser más feliz por haberse equivocado.

—¡Está bien, San Lang! ¡Bingge y Lan Er-ge te guiarán correctamente!

San Lan y Lan Er-ge arqueando su ceja derecha, casi al mismo tiempo. Sin embargo, un momento después San Lang asintió.

Esa fue una lección extensa, explícita y enriquecedora, en muchos sentidos, especialmente su segundo hermano.

San Lang no volvería a verlo de la misma manera.

San Lang se detuvo en la cocina la mañana siguiente, Luo Binghe terminó de preparar el desayuno, dándose la vuelta para encontrar a San Lang ahí.

—¡Bingge, gracias por los consejos, fueron muy útiles!

La sonrisa de Bingge brilló.

—¡También los consejos del profesor Shen y A-Ying fueron acertados!

—¡Me alegra escucharlo!

—¡No me dolió en absoluto, lo disfrute mucho más de lo que pensé que haría! ¡Oh, hay pasteles de melocotón! — Después de decir eso, corrió escaleras arriba. —¡Buenos días Lan Er-ge!

—Mnn, buen día.

Hermanos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora