─Monkey D Luffy siempre ha sido alguien particular, así que, no es una gran sorpresa que el reencarne en un espíritu, ¿es eso tan siquiera posible?
Bueno, el nuevo rey siempre encuentra un modo para sorprender a quienes le rodean, ¡acompáñalo en est...
Antes de comenzar con el capitulo, hay que recordar unas cuantas cosas.
Esto es una historia, es ficticia, por ende lo que ocurra aquí no es real. Así que en pocas palabras nada malo pasara si los chicos juegan a la Ouija,recordemos también que han estado conviviendo con un fantasma.
Si hay que mencionar el hecho de que a ustedes ni se les ocurra jugarla, pues a pesar de que muchas personas dicen que es falsa otros aseguran luego tener situaciones paranormales en sus hogares, sintiéndose observados y todas esas cosas.
En fin, recuerden tomarse este capitulo con humor. 💕
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—But hey, the laughs weren't lacking.
Se despertó alterado y con la respiración acelerada, llevo con rapidez sus ojos hacia el cuerpo que se encontraba a su lado, el azabache dormía tranquilamente abrazando aquel peluche de ballena, soltó un suspiro y llevo sus manos hacia sus ojos y los sintió húmedos; había llorado con aquel sueño, porque eso era, un sueño, su hermano estaba aquí.
Se levanto con cuidado de no despertar al contrario y abandono la habitación en silencio, bajo las escaleras perdido en sus pensamientos y recuerdos, ingreso a la cocina y tomo uno de los vasos, realmente necesitaba agua en este momento, sentía su garganta demasiado seca.
Se recargo en la mesada de la cocina y observo atentamente el agua que había en el vaso, el recuerdo del pecoso roto en llanto e insultándole vino a su mente, cerro sus ojos junto a un suspiro ante la imagen, aquella imagen de su hermano realmente le hacía sentir culpable; y la corta conversación que tuvieron se repetía constantemente en su cabeza.
. . .
Ambos jóvenes se encontraban sentados en el suelo en total silencio, el joven rubio pegaba a su rostro una bolsa de hielo envuelta en una pequeña toalla que le había ofrecido Marco; el pecoso a su lado escondía su rostro entre sus brazos mientras estos se encontraban encima de sus rodillas.
Sabo deseaba hablar, deseaba decir miles de cosas, desde cuestionar que podían hacer por Luffy, desde maldecir y reír, era un caos de emociones en este momento.
—Lo siento por el golpe.
Antes de que el rubio este por dar una broma respecto al golpe, el pecoso se adelanta a añadir algo más.
—Fue la única manera que tuve para desahogarme, sabes bien que las palabras nunca fueron mi fuerte.
El rubio giro su rostro hacia el contrario y la imagen que vio le preocupo, Ace tenía sus ojos rojos y ligeramente hinchados tras haber llorado demasiado hace unos momentos dentro del restaurante y fuera mientras contaba toda la situación con Luffy. ¿Alguna vez había visto llorar a Ace? Nunca.