Flor Inmadura [ABO]

Capítulo 27: Despierta ...

Los edificios de gran altura estaban alineados en filas en medio de la oscuridad, de pie en la densa noche con luces de neón parpadeando, Gao TianChen se paró frente a la ventana del relleno de su oficina en el último piso con un cigarrillo en la mano. Estuvo en silencio durante mucho tiempo, solo mirando el flujo de personas y los autos rugiendo debajo de él.

Aunque no era adicto a fumar, comenzó a fumar cuando era adolescente. Sin embargo, en los últimos años, a Mu Ze no le gustó, así que renunció.

En los dos años posteriores a la partida de Mu Ze, estaba deprimido y desanimado. Se volvió adicto al tabaco y bebió todo el día, ignorando al mundo. Solo gradualmente salió de la sombra de perder a su amante después de más de un año.

Un cigarrillo ardía desde la punta hasta la punta de su dedo. Echó un vistazo a una pila de documentos en el amplio escritorio y volvió a reanudar su trabajo en su escritorio. El escritorio estaba lleno de todo tipo de documentos y con calma dio todo tipo de instrucciones precisas con concentración.

Todos los días utilizará toda su energía y sus más altos estándares para completar su trabajo. Limpio y pulcro como una máquina, su hermoso rostro estaba ocupado por la frialdad y no mostraba ninguna sonrisa.

Lo más esperado de Gao TianChen todos los días era ir a casa, donde había todo sobre los enredos e intersecciones de él y Mu Jin, así como sobre su adorable hijo.

El Bentley negro navegaba bajo el sol poniente, a lo largo de la sinuosa carretera hacia las villas suburbanas.

Se quitó el abrigo del traje y lo colgó en el estante junto al porche. Gao TianChen fue directamente a la habitación del bebé en el segundo piso.

Una vez que entró, el papel pintado de color naranja cálido cubría toda la habitación. En el suelo, con alfombra de terciopelo, había todo tipo de juguetes que a los bebés les encantarán. En el medio, había una cama de madera para bebés exquisita y única, el bebé Gao de 2 meses había estado durmiendo tranquilamente en ella.

Gao TianChen caminó suavemente hacia la cama del bebé, levantó la cortina de seda transpirable que colgaba de la cama y lo miró.

A diferencia de la cara arrugada que se vio por primera vez en la incubadora, la cara de Baby Gao había crecido durante mucho tiempo y su piel era blanca y tierna, como la cáscara de un huevo; y la gente no se atrevía a tocarlo con el toque más suave.

Parecía que la tía Chen acababa de cuidarlo y alimentarlo. Sostuvo una mano en un puño pequeño y la otra mano tenía dos dedos en la boca. Sus labios de cereza estaban fruncidos y su rostro parecía satisfecho.

Gao TianChen golpeó con mimo la carita rubicunda de su hijo con los dedos. Baby Gao estaba muy callado y sus fosas nasales se doblaron suavemente. Su cálido aliento roció su mano y esto tocó la suavidad interior de Gao TianChen.

Después de ayudar a su hijo a ordenar la colcha, Gao TianChen se levantó y se fue, caminando hacia la habitación al final del pasillo.

Esta sala fue preparada especialmente para Mu Jin por Gao TianChen. Tenía todo el equipo médico que necesitaba Mu Jin. Toda la habitación era como una pequeña sala de cuidados intensivos.

Mu Jin yacía en la espaciosa y suave cama del hospital, su pequeño rostro y la mayor parte de su hermoso rostro estaba cubierto por una máscara de oxígeno. Tenía los ojos cerrados y pareció quedarse dormido.

El tiempo voló. Habían pasado dos meses desde que nació Gao Pingan. Aunque Mu Jin había escapado del peligro, no mostraba signos de despertar y sus diversas funciones eran lentas y débiles.

Necesitaba todo tipo de delicadas máquinas médicas para mantener el movimiento de la vida. Aunque Mu Jin estaba inconsciente, Gao TianChen no podía soportar que yaciera solo en el frío hospital. Gastó mucha energía en organizar una sala en casa y se llevó a Mu Jin a casa.

Con todo tipo de nutrientes infundidos en el cuerpo, Mu Jin inevitablemente perdió otro tamaño, su rostro estaba tan blanco como el papel y sus pestañas largas y rizadas eran tan negras como alas.

Gao TianChen se sentó junto a su cama, solo había Mu Jin a la vista y sus ojos estaban llenos de ternura y afecto.

Mu Jin tenía orificios de color púrpura y azul en el tubo de transfusión en el dorso de la mano. Gao TianChen ni siquiera se atrevió a sostenerlo a la ligera.

"Xiao Jin, ¿sabes? la tía Chen me dijo que cuando estaba cenando hoy, se dio cuenta de que nuestro hijo podía sostener la cuchara. Es muy lindo y se parecía a ti", dijo Gao TianChen lentamente, como si Mu Jin, que estaba en la cama, pudiera escuchar su charla habitual sobre algunos asuntos triviales cotidianos.

"Sé que lo amas, pero ni siquiera lo has visto", se negó a mover la vista. "¿No quieres acompañarlo a medida que crece? ¿Cómo puedes soportar extrañar todo su pequeño pedacito de crecimiento?"

"Despierta ..." Se puso de pie y dejó un beso en la frente del hombre dormido. Gao TianChen se aseguró de que la gruesa colcha blanca cubriera a Mu Jin correctamente antes de girarse y salir de la habitación.

No notó al Mu Jin parecido a una muñeca detrás de él, sus manos descansaban sobre la cama, un dedo movido levemente por solo un pequeño margen.