Mirada.

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Oikawa frunció su ceño, dejando más notoria su mano en la cintura de Iwazumi antes de atraerlo más hacía su cuerpo.

— Che, discúlpame, flaco...

Oikawa le sonrió falsamente al chico que se detuvo al oir que le hablaban.

— ¿Se te perdió algo? Digo, porque andas viendo a mi novio como si tuviera algo tuyo.

— ¡Oikawa!

¿Oikawa argentino?   - IwaOi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora